Fresca plenitud

La ejemplar familia Cantarero sigue imperturbable en su noble objetivo de conquistar mercados de máxima calidad con vinos que están rompiendo los esquemas en una zona tan conservadora como La Mancha. Ya han escalado lo mas alto en la famosa relación calidad / precio con su Fontal, un excelente tinto de a diario. Luego vino el espectacular Quercus, fuera de la denominación de origen por cuestiones de marketing, ya que este tipo de tinto de alta expresión a precio elevado lo tiene más difícil si se adorna con la contraetiqueta manchega. Aunque manchego es, y por los cuatro costados.

Distinto resulta Dueto, la apuesta internacional de la bodega, que en la añada de 2004 alcanza mayor afinación y armonía entre sus dos varietales que en las precedentes. Recuerda a 2002, pero tiene más enjundia, con la madera perfectamente integrada en una composición estilizadamente barroca. Y la potencia domada y elegante de siempre, que se basa en una intensa frutosidad bien madura, sensual, con sabores delicados a mermelada de frutillos silvestres rojos y negros adornada por notas de especias y toques cromáticos de torrefactos. Y, sosteniendo el discurso aromático, el acompañamiento tostado del excelente roble francés. Una melodía contrapuntística entre la voz frutal y el bajo de madera que recorre la boca con vigorosos acordes y deja una sensación de fresca plenitud.