"Hará falta una conciencia colectiva para cumplir la ley"
Un día después de la votación de la ley antitabaco, la ministra de Sanidad, Elena Salgado, recibió ayer otra satisfacción con la encuesta del CIS que muestra un apoyo mayoritario a la ley.
Pregunta. ¿Cómo se van a solucionar los conflictos cuando alguien no quiera cumplir la ley?
Respuesta. Eso parece un problema al principio, pero yo creo que en la práctica eso se va a solucionar mucho mejor. Pongamos el ejemplo de cien personas que enciendan un cigarrillo en un bar donde no se pueda fumar. El dueño, para que no le pongan una multa, les dirá que apaguen el cigarrillo, y 97 lo harán. Tres se resistirán. A esos habrá que decirles que abandonen el local. De ellos, con uno entre mil habrá que adoptar otras medidas. Al final, la mayoría va a cumplir la ley. Pero todos tendremos que ayudar desde el principio. Y una buena idea para hacerlo es empezar por quitar los ceniceros.
"La ley no podía obligar a las comunidades a financiar un tratamiento nuevo"
"El 2 de enero, casi todos los bares van a colgar un cartel que diga 'aquí se fuma"
P. Un 69% cree difícil que se cumpla la ley.
R. Dicen que es difícil, pero no que sea inaplicable. Está claro que va a hacer falta una conciencia colectiva para cumplir la ley, que yo creo que existe. Creo que los problemas para la aplicación de la ley van a ser mínimos.
P. Uno de los puntos más criticados de la ley es que no incluya los tratamientos. ¿No podría haberse dejado esa puerta abierta?
R. Según la Ley de Cohesión y la cartera de servicios que vamos a aprobar, la ley no podía fijar la obligatoriedad de que las comunidades financien un tratamiento nuevo. El proceso para la incorporación de prestaciones es distinto. Si la ley impone la financiación de los medicamentos, no hay flexibilidad para las comunidades autónomas. Además, yo ya he dicho que, sinceramente, no me parece que sea una prioridad. Hoy las comunidades autónomas ya tienen problemas para financiar de manera aceptable la cartera de servicios existente, y no se les pueden imponer nuevas prestaciones. Las comunidades y el sistema nacional de salud tienen otras prioridades.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que un fumador que fume una cajetilla al día gasta unos 1.100 euros al año, que es mucho más de lo que cuestan los tratamientos, por lo que la consideración económica no es la más importante a la hora de decidir dejar de fumar. Y la encuesta del CIS nos dice que un 69% de los que han dejado de fumar lo han hecho sin ayuda farmacológica.
P. ¿No se tendría que haber prohibido fumar también en bares y restaurantes pequeños, para proteger a sus trabajadores?
R. En términos de salud, ese razonamiento es impecable, y ya lo dijo la diputada de ERC [Rosa Bonàs]. Es verdad que los trabajadores de esos locales quedan desprotegidos, pero no están peor que antes: esa situación es la misma en la que están ahora. Nos parece que haber prohibido fumar en todos los locales de un día para otro sería un problema. Los sitios pequeños no tienen la posibilidad de crear zonas para fumadores. Mi impresión es que el día 2 de enero, la mayoría de los bares pequeños van a colgar un cartel que diga "aquí se fuma", pero que en pocos meses van a cambiarlo. También los trabajadores podrán influir en sus propietarios para que cambien el cartel por uno de "aquí no se fuma".
P. ¿Por qué se ha dado una moratoria en la prohibición de llevar publicidad a los equipos de coches o motos?
R. Ésa fue una enmienda que se aprobó en el Senado. Si hubiéramos tenido el tiempo suficiente y hubiéramos podido hablarlo, quizá hubiésemos podido cambiarla. Desde luego, a mí no me gusta cómo ha quedado. Es difícil de compatibilizar ese planteamiento con el cumplimiento estricto de la directiva que prohíbe la publicidad y el patrocinio.
P. ¿Conocía ya ayer la encuesta del CIS?
R. Yo ya sabía que la encuesta iba bien, pero no tenía los datos concretos. Las encuestas que nosotros habíamos hecho así nos lo demostraban. Cuando yo decía que la mayoría de los fumadores apoyaban la ley y que creían que era una oportunidad para dejar de fumar, era porque nuestras encuestas nos lo decían.
P. ¿Qué resultados le satisfacen más?
R. Yo destacaría la prohibición de fumar en el trabajo "sin excepción", como se dice en la encuesta. Que lo apoye un 77% me parece estupendo. También destacaría que un 86% intentaría que su hijo no empiece a fumar. Otro aspecto que destacaría es que la encuesta se hizo en un momento en que había confusión acerca de si los menores tendrían prohibida la entrada en bares pequeños, de menos de cien metros cuadrados, donde se pueda fumar, y esto también recibe un apoyo mayoritario.
P. ¿Y van a poder hacerlo?
R. Al final, la ley dice que está prohibido que los menores de 16 años entren en zonas para fumadores, pero como los locales pequeños no tienen estos espacios separados, la prohibición no les afecta. Donde no se puedan crear zonas de fumadores, no va a haber ese problema.
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