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EL FUTURO DE EUROPA

Los 25 logran un pacto sobre los presupuestos

Andreu Missé

Los líderes de la Unión Europea alcanzaron poco después de las dos y media de madrugada de hoy un acuerdo sobre las Perspectivas Financieras (marco presupuestario para 2007-2013) tras elevar la presidencia británica el gasto en 13.060 millones de euros. El gasto para los siete años ascenderá 862.363 millones de euros, equivalente al 1,045% del PIB comunitario. Se trata del punto medio entre la propuesta de junio pasado, del 1,06%, y el de la presidencia británica del 5 de diciembre, el 1,03%.

El Reino Unido verá reducida su compensación por el cheque en 10.500 millones de euros frente a los 8.000 que había propuesto inicialmente. La delegación española mostró su satisfacción por el logro de un nuevo fondo de 2.000 millones de euros para la investigación. Francia, por su parte, admitió revisar el gasto de la Política Agrícola Común en 2008-2009, con efecto a partir de 2014 si no hay pacto en contrario.

Los líderes europeos acuerdan elevar el gasto hasta el 1,045% del PIB tras una larga jornada de negociaciones
El Reino Unido acepta un mayor recorte del 'cheque', y Francia, revisar la política agraria común con aplicación en 2014
La situación se desbloqueó de madrugada gracias a una iniciativa presentada por Francia, Alemania y España
El primer ministro británico señaló que el pacto "permite avanzar a Europa"
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El acuerdo sufrió un serio retraso de última hora por discrepancias sobre las cifras
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La situación se ha desbloqueado tras la iniciativa de Francia, Alemania y España, que permitió aproximar las posiciones. Ha sido especialmente relevante el papel de la canciller alemana, Angela Merkel, que forzó a Blair a elevar el volumen total del gasto.

El primer ministro británico, presidente de turno de la Unión Europea, manifestó su satisfacción por el acuerdo "porque permite a Europa avanzar". También el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, señaló la relevancia del acuerdo porque había salvado a Europa de una profunda crisis. El temor a llevar a Europa a una parálisis de consecuencias imprevistas tuvo una influencia determinante en la consecución del acuerdo.

El acuerdo sufrió un serio retraso en la recta final por las discrepancias en las cifras que manejaba la presidencia británica y la comisión europea. El consenso sobre el cheque se produjo tras un último pulso en la noche de ayer cuando el presidente francés, Jacques Chirac, manifestó con contundencia que la reforma de este mecanismo privilegiado debe conducir a la "abolición" de la parte agrícola del cheque después de 2013.

Durante las dos jornadas de la Cumbre, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, tuvo un creciente protagonismo en las negociaciones a través de numerosos encuentros bilaterales: tres con Chirac, uno con la canciller alemana, Angela Merkel, y otros con diversos líderes.

El presidente francés y otros líderes europeos, como el primer ministro polaco, Kazimierz Marcinkiewicz, coincidieron en destacar a lo largo de la tarde que se habían producido "serios avances" durante las múltiples reuniones bilaterales y en las reuniones plenarias que se celebraron a lo largo de la jornada.

El progreso no se sustanció, sin embargo, en medidas concretas. La presentación de una tercera propuesta británica, que debía mejorar las anteriores, fue retrasándose sistemáticamente a lo largo de la jornada y anoche aún no se había presentado formalmente. El propio Tony Blair anunció la inminente presentación de "una última propuesta que sería justa y razonable". Según el primer ministro británico, el Reino Unido "debe pagar su justa parte a la ampliación y preservar absolutamente el cheque". Blair manifestó su voluntad de "financiar el desarrollo de los nuevos países" y emplazó a los demás Estados "a decidir sobre la propuesta".

Los encuentros de ayer vislumbraron un creciente protagonismo de Angela Merkel, que está jugando un papel "muy constructivo" en las negociaciones, según fuentes de la Comisión Europea. Merkel fue quien sugirió elevar el gasto previsto en la última propuesta británica, (1,03% del PIB de la Unión Europea) hasta el 1,045%. La iniciativa eleva el gasto total de la UE para el próximo septenio desde los 849.300 millones de euros de la última propuesta británica hasta los 862.500 millones.

Con esta propuesta, Alemania asume en buena parte las demandas de Polonia, uno de los países más sacrificados por el recorte de Londres a los fondos estructurales y de cohesión previstos para los países de la ampliación. Los 164.000 millones de ayudas previstos el pasado junio para los países del Este se han reducido a 152.000 por la propuesta de la presidencia británica. Antes de conocerse la última propuesta, Marcinkiewicz manifestó que se habían realizado progresos, pero advirtió de que no colmaban sus objetivos. Marcinkiewicz manifestó que los cambios introducidos antes de la última propuesta "eran muy pequeños" y que era "preciso ir mucho más allá para alcanzar un compromiso". El primer ministro insistió en que "Polonia necesita estos fondos para su desarrollo".

En relación con el aprovechamiento de los fondos estructurales y de cohesión existían también versiones contrapuestas. Fuentes de la Comisión señalaron que varios países habían manifestado su preferencia por la penúltima propuesta británica. Consideran estos países que, aunque la propuesta supone menos recursos totales, la flexibilidad en el periodo de utilización de los fondos y el aumento de la financiación del 80% al 85% producía un mejor resultado final. En este sentido, fuentes próximas a la delegación alemana habían expresado su preocupación por el excesivo incremento del gasto. El margen de maniobra de Blair se encontraba, por otra parte, extraordinariamente limitado por las presiones de la oposición conservadora en su país -como ayer advirtió el responsable de política exterior del partido tory, William Hague-, una importante corriente de su propia formación, con destacadas personalidades como el ministro del Tesoro, Gordon Brown, y buena parte de la opinión pública, que consideraría una traición cualquier renuncia excesiva al cheque. En este contexto hay que situar la satisfacción que han mostrado los británicos al presentar una propuesta con su aportación neta a las arcas comunitarias en el periodo 2007-2013 limitado a 58.000 millones.

Varias delegaciones barajaron ayer la posibilidad de que el Reino Unido incrementase su aportación al presupuesto europeo reduciendo los ingresos que recibe por el mecanismo del cheque. El Reino Unido ha ofrecido en sus dos propuestas renunciar a 8.000 millones, pero Francia y la mayoría de países exigen una renuncia mayor. En la última propuesta, presentada pasadas las dos de la madrugada de hoy, ya se elevó la cifra a 10.500.

Tony Blair explica el acuerdo acompañado de su ministro de Exteriores, Jack Straw (izquierda), y el presidente de la Comisión Europea, Durão Barroso.
Tony Blair explica el acuerdo acompañado de su ministro de Exteriores, Jack Straw (izquierda), y el presidente de la Comisión Europea, Durão Barroso.AP

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