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Reportaje:ESTILO DE VIDA

Un solo par nunca es suficiente

Primero fueron las 'bambas'. Después, las 'tenis'. Enseguida, los fabricantes de calzado deportivo descubrieron que su público no estaba sólo en las pistas de atletismo o en las canchas de baloncesto. Además de ser cómodo, ir en zapatillas estaba de moda. Hoy, ante tanta oferta, lo difícil es quedarse sólo con unas.

Paco Nadal

Primero fueron las 'bambas'. Después, las 'tenis'. Enseguida, los fabricantes de calzado deportivo descubrieron que su público no estaba sólo en las pistas de atletismo o en las canchas de baloncesto. Además de ser cómodo, ir en zapatillas estaba de moda. Hoy, ante tanta oferta, lo difícil es quedarse sólo con unas.

Hace unas temporadas, una firma española de calzado deportivo lanzó al mercado un modelo de zapatilla de esgrima. Para la Federación Española de Esgrima fue toda una noticia. Por fin una marca se acordaba de un deporte tan minoritario. Enseguida se pusieron en contacto con el fabricante, que se mostró encantado de patrocinar al equipo nacional con varios pares. Pero pocas semanas después, la federación tuvo que volver a llamar a la fábrica. Con aquellas zapatillas de esgrima… ¡no se podía practicar el esgrima! Inspiradas en el deporte, eran en realidad un producto de moda urbana que no estaba hecho para aguantar largas sesiones de florete en una pista pulida.

La firma deshizo el entuerto con rapidez y envió al equipo nacional de esgrima otro modelo de zapatillas indoor (para deportes de interior) con las que no han tenido ningún problema, pero la anécdota sirve para ilustrar lo que está ocurriendo en el cada vez más poderoso mercado del calzado deportivo, que hace tiempo reventó sus fronteras para convertirse en el referente de un estilo de vivir y de vestir ligado al casual wear, el rap, el hip hop y muchas tribus urbanas.

"El consumidor demanda cada vez más esos modelos clásicos de los que ha sido admirador toda su vida, mejorados con las nuevas tecnologías y materiales mucho más sofisticados, pero para llevar por la calle, y por ello algunos modelos clave de nuestras colecciones los adaptamos también para un consumidor más urbano", dice Carlos Bravo, director de calzado de Nike Iberia. Para Eduardo Hernández Moya, propietario de una cadena de tiendas de deporte y con más de 25 años de experiencia en el calzado deportivo, "la frontera entre el calzado urbano y el especializado es cada vez más difusa".

Lo curioso es que el calzado deportivo que no está hecho para practicar deporte es lo que más se vende. Hay mitos, como las Tenis Classic, de Nike, o la Newport, de Reebook, que se venden como rosquillas y no sirven ni para correr ni para jugar al tenis". Los datos de las asociaciones de detallistas del sector lo dejan bien claro: en 2004, el ranking de deportes que más activaron la demanda de venta en sus tiendas lo encabezaba el tiempo libre, con 64 puntos; le seguían el fútbol sala, con 44 puntos, y el fútbol tradicional, con 41 puntos. El baloncesto (4 puntos), el tenis (3 puntos) o el golf (2 puntos) cerraban muy de lejos la lista de un sabroso mercado que en España mueve algo más de 12 millones de pares de zapatos al año sólo en tiendas especializadas (sin incluir minoristas y grandes superficies), según datos de la consultora especializada Sport Panel. Curiosamente, aunque somos uno de los países donde menos deporte popular se practica, ocupamos la cuarta plaza en Europa en cuanto a gasto medio por hogar en artículos deportivos, con 221 euros.

¿Responde esto a la pregunta de muchos padres de por qué el niño ha destrozado su tercer par de zapatillas de 100 euros después de unos pocos partidos en el patio del colegio? "Las gamas más técnicas sí están pensadas para hacer deporte", asegura Gema Soler, directora de marketing de la firma Hi-Tec, uno de los principales fabricantes españoles de calzado de montaña, "pero la inmensa mayoría de lo que produce el mercado es para vestir". El boom de la moda deportiva, del casual wear, ha sido tan brutal y vertiginoso en los últimos años que hasta las mismas empresas fabricantes se han visto desbordadas. Nunca había habido tanta tribu urbana, tanto grupo social y tanto diseñador de moda que utilizara zapatillas de deporte para ir a la oficina o a la discoteca.Los departamentos de diseño de los grandes fabricantes adaptan a la calle los modelos del deporte clásico (fútbol, maratón, golf…) o de alguno que esté puntualmente de moda, como la fórmula 1. Las zapatillas de piloto, de perfil bajo, planas y de suela muy delgada, son de las más cotizadas esta temporada.

Vuelve además lo retro. Diseños de hace más de 30 años están de plena actualidad. Las Air Jordan, de Nike, o, en términos más locales, las míticas Yumas Galaxia, de las que se vendieron cerca de cinco millones de pares, o las viejas zapatillas de clavos que se usaban para correr por el tartán de atletismo, vuelven a verse en las estanterías, con la huella en la suela del lugar que ocupaban los clavos, pero sin éstos, ya que nadie espera que su usuario haga los 400 metros vallas con ellas.

"El mejor consejo para el deportista es acudir a una tienda especializada", comenta Hernández Moya. "Aquí sabemos lo que hay detrás de cada marca y de cada cliente. No se le puede aconsejar la misma zapatilla a todo el mundo. Si es para running, por ejemplo, dependerá de su forma de correr, de su edad, de su peso, de si pisa hacia dentro o hacia fuera…". Una opinión que comparte también César Orgiles, director del Inescop, un instituto privado de investigación y desarrollo del calzado radicado en Elche.

Para Orgiles, puede dar la sensación de que el mercado está un poco saturado con miles de modelos diferentes, pero en general es necesario que haya un modelo específico para cada deporte e incluso para cada tipo de superficie dentro del mismo deporte, pues un mal calzado es la primera causa de accidentes y lesiones en la práctica deportiva. "Lo mejor es dejarse asesorar en una tienda especializada, y que nos hagan ver también lo que es un producto de calidad y otro de bajo precio".

De diseño retro o futurista. Con gel, con muelles o con cámara de aire. Para hacer deporte o para simular que lo haces. La verdad es que un vistazo a la sección de calzado deportivo de una tienda especializada produce mareos por el exceso de oferta. Más aún si pensamos que toda una generación crecimos con un solo par de zapatillas (las bambas), que servían para todo. Y además eran más baratas que un zapato tradicional. La reflexión de Carlos Bravo, director de Nike Iberia, lo resume todo: "Piense usted por un momento en cuántos pares de zapatillas teníamos nosotros cuando éramos adolescentes, y cuántos tienen ahora, por ejemplo, nuestros hijos. Ésta es la prueba de que estamos ante un mercado en alza porque los nuevos consumidores jóvenes cada vez tienen más poder adquisitivo".

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