La cochinada más popular de Cádiz

El sábado 10 de diciembre Santa Lucía, una pedanía de apenas una calle y 60 casas de Vejer de la Frontera (Cádiz), olerá a guisos de toda la vida. Coles aderezadas con las especies de las morcillas, aliños de hígado y carrilladas de carne para degustar lo mejor de un animal del que se aprovecha todo. Como una tradición arrastrada de 14 años, dos asociaciones vecinales y de mujeres organizan en torno a la matanza del cerdo toda una fiesta donde la comida es gratis y sólo hay que pagar la bebida.

El espíritu es de convivencia y alegría. Porque ése fue el objetivo con el que nació la Cochinada Popular de Santa Lucía.

La asociación de vecinos Pedro Esquivel y la de promoción de la mujer Los Molinos impulsan esta actividad que arrancó con la intención de animar a un pueblo algo adormilado y poco proclive a las celebraciones masivas. "Había poco ambiente de convivencia y pensamos que lo ideal sería tener una fiesta donde todos nos reuniéramos. Así que impulsamos la cochinada como un homenaje al cerdo y a nosotros mismos", explica la presidenta del colectivo de mujeres, Oliva Varo.

La primera fiesta se celebró también en pleno puente de diciembre pero en domingo. Lo primero que se hizo fue convertir en acto colectivo la matanza del cerdo el viernes antes. Del animal se conseguían los fresquísimos ingredientes para producir los guisos más habituales en la zona pero en grandes proporciones. Para que hubiera para todos. La bebida, la música y el baile complementaban la buena comida.

Pero en 14 años han cambiado algo las cosas. Las autoridades sanitarias prohíben la matanza sin control y al aire libre, así que la muerte del animal ahora se hace en una granja. Eso sí, el cerdo ha sido especialmente elegido.

"Hace un tiempo que fuimos allí, elegimos uno y pedimos que lo cebaran para esta fecha". Según lo previsto, el cochino morirá este jueves, dos días antes de la gran comilona. Con la carne se prepararán suculentos platos. El más demandado son las coles. En una gran olla, se guisa el tocino de la parte baja de la cabeza y la carrillada aderezada con pimiento seco, ajo y orégano. Las coles se sirven de las mismas especias con las que se prepara la morcilla. Es la morcilla otro de los atractivos de la fiesta. Y el aliño de hígado. "Son recetas nuestras de toda la vida que queremos conservar con esta fiesta", explica Oliva Varo.

La cochinada se ha convertido en el remate de una semana cultural, que sirve para atraer subvenciones y dar contenido a cinco días de ocio gracias a las fiestas del puente. Hay malabaristas, cine, teatro, música y fútbol. El viernes día 9 se celebra la primera reunión puramente gastronómica. La preparación de los guisos tradicionales en el salón parroquial.

Al día siguiente, el sábado 10, a partir de las 12,30 comienza la degustación de los platos en los exteriores del salón, donde se ha instalado una carpa. "No tiene pérdida. Esta pedanía es muy pequeña". Dicen sus responsables que, incluso, los visitantes se pueden guiar por el buen olor que desprenden las ollas.