Pere Casaldàliga y Joan Guerrero miran a los desfavorecidos en un libro
'Els ulls dels pobres' reúne poemas del religioso e imágenes del fotógrafo
En la década de 1940, en su Tarifa natal, el fotógrafo afincado en Santa Coloma de Gramenet Joan Guerrero vivió "una pobreza extrema" que no ha olvidado. Para el obispo Pere Casaldàliga, la experiencia de la penuria forma parte de la realidad cotidiana: el prelado ha consagrado su vida a los más desfavorecidos a través de la defensa de los campesinos sin tierra y los indios en el estado brasileño de Matto Grosso. En el libro Els ulls dels pobres, editado en catalán por Grup 62 y en castellano por Península, ambos han dado voz a quienes apenas tienen nada material. El libro reúne 105 fotografías de Guerrero ilustradas con poemas de Casaldàliga y se presentará esta tarde en la librería Proa Espais (calle de Rosselló, 212, bis, de Barcelona, 19.30 horas). El importe obtenido con la venta del libro en concepto de derechos de autor se destinará a la parroquia de São Felix.
Casaldàliga y Guerrero se conocieron por mediación del actual director de TV-3, Francesc Escribano, autor de una biografía del religioso. Para el fotógrafo, colaborar con el obispo era un viejo sueño. Profundo admirador de la obra de Antonio Machado, ve una correspondencia entre la "dignidad, honestidad y transparencia" que ha dirigido la vida de ambos. Escribano le envió una muestra del trabajo de Guerrero, y Casaldàliga accedió de inmediato a participar en el proyecto.
Las imágenes de Els ulls dels pobres, con prólogo de Escribano, fueron tomadas a lo largo de cuatro viajes a Ecuador, Nicaragua y El Salvador realizados por Joan Guerrero en un plazo de ocho años. A medida que iba recopilando material, el fotógrafo lo remitía a Brasil para que Casaldàliga pudiera trabajar en él. Son imágenes en blanco y negro aureoladas de dignidad y ternura, escenas de la vida rural con campesinos de rostros surcados por las arrugas, niñas que transportan fardos de plantas a la espalda para venderlas, bebés que maman felices, ojos que a veces lloran y otras sonríen.
Olvido
"En los ojos de los pobres aprendí amor a la naturaleza, sabiduría, armonía", explica el fotógrafo. "Que hoy en día mueran tantos niños de hambre es una inmoralidad. Aquí hemos olvidado esos años 40 años de escasez y penurias. Los pueblos que olvidan estas cosas a la larga se arruinan espiritualmente". Con motivo de la presentación del volumen, Pere Casaldàliga ha hecho llegar un mensaje en el que subraya que Els ulls dels pobres "es un libro de muchos ojos, para muchos ojos. Joan Guerrero vio y captó los ojos profundos, tristes, luminosos, provocadores, esperanzados, de esos pueblos de nuestra América. Ojos que denuncian y cobran, que convocan y arriesgan".
En opinión de Francesc Escribano, la exquisita adecuación entre el texto y las imágenes obedece a que ambos miran en la misma dirección. "Éste es un libro que va contracorriente" hecho por dos autores que van en sentido contrario a las modas "y nos fuerzan a volver la vista hacia una realidad que nos cuesta mirar". En el prólogo, Escribano recoge una anécdota vivida por Guerrero en Riobamba, Ecuador. En la orilla del río, dos cruces blancas recuerdan la muerte de dos niños; junto a ellas hay dos cuerdas para que, si algún día vuelven, tengan un lugar donde agarrarse y salir del agua. "Tanto la mirada de Guerrero como la voz de Casaldàliga nos conectan con América Latina, con el Tercer Mundo, y nos recuerdan que la frontera está aquí mismo, y que somos los responsables de coger las cuerdas y derribar la frontera".
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