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CUMBRE EUROMEDITERRÁNEA

"Hay que cerrar un acuerdo como sea"

Carles Casajuana. Tenemos que buscar algún momento para que vieras a los palestinos. A Abu Mazen y a algún otro, si quieres, porque si vas a estar aquí cuatro horas seguidas, te vas a aburrir mucho.

J. L. Rodríguez Zapatero. Bueno, depende de lo que digan...

C. C. Los textos no van muy bien, estamos intentando cerrar algo.

J. L. R. Z. Hay que cerrar, hay que cerrar como sea, ¡vamos!

C. C. Igual te tengo que pedir que hagas una gestión con Tony Blair. Ellos están por tirar la toalla. Lo que pasa es que los israelíes están intratables y no aceptan un texto desde hace seis meses; y los otros están tan tranquilos, porque dicen que es culpa de Israel.

Faltaban pocos minutos para las nueve de la mañana de ayer, y los periodistas seguían atónitos este diálogo privado entre el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y su asesor de política exterior, Carles Casajuana, amplificado por los micrófonos de la sala donde estaba a punto de comenzar la sesión plenaria.

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La indiscreción creó revuelo, porque confirmaba la mala marcha de las negociaciones de la declaración final de la cumbre y porque contenía un juicio del asesor presidencial poco benévolo con la actitud de los delegados de Israel. Fuentes de la Embajada israelí en Madrid descartaron poco después que fueran a pedir explicaciones.

La indiscreción radiofónica permitió, además, captar la preocupación del presidente por el desarrollo de la cumbre. Vino el domingo procedente de Palma de Mallorca dispuesto a aguantar el tipo. El sábado por la noche, la noticia de que ninguno de los líderes árabes vendría a Barcelona, salvo Mahmud Abbas, el presidente palestino, le cayó como un mazazo. En Palma pidió que el encuentro se juzgara por los resultados, no por las ausencias. Y ayer, a cuatro horas de la clausura, los resultados no llegaban.

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, y su número dos, el secretario de Estado Bernardino León, habían pasado la noche en blanco entre israelíes y palestinos. León se entrevistó con Abbas a las tres de la madrugada. Moratinos habló por teléfono con los israelíes a las siete de la mañana.

Finalmente, se llegó al arreglo, y Zapatero pudo comparecer "plenamente satisfecho" ante la prensa. "Hoy hemos dado un salto cualitativo", aseguró junto a Blair, José Manuel Durão Barroso y Javier Solana. El alto representante de la UE homenajeó a Moratinos por su trabajo de las últimas horas. Y el ministro sonrió agradecido, después de tanta zozobra.

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