Una técnica con anestesia local permite extirpar con precisión tumores cerebrales

El hospital General de Valencia ha practicado una intervención para extirpar un tumor cerebral con anestesia local en el cráneo a través de una técnica que permite controlar constantemente la función cerebral mientras se interviene para evitar que la operación deje secuelas.

La particularidad de la operación no está relacionada con el hecho de que los pacientes estén conscientes, como apunta el jefe de sección del servicio de Neurocirugía del centro, Juan Antonio Barcia. De hecho, como señala el neurólogo, antes del desarrollo de la anestesia o su perfeccionamiento se ha operado a las personas sin sedación a lo largo de la historia y hay referencias de intervenciones en las antiguas civilizaciones incas o egipcias. La circunstancia que hace excepcional esta técnica es el hecho de que se monitoriza el cerebro para determinar cuáles son las zonas con actividad de forma que se realiza un mapa del cerebro que permite guiar al neurocirujano para limitar los daños. Una red de electrodos manda señales al cerebro cuya respuesta se analiza al segundo. Un estímulo sin respuesta indica que la zona está lesionada y, por ello, un lugar donde el bisturí no dejará secuelas importantes. A ello se suma que en determinadas fases de la operación, el paciente está consciente y se habla con él para asegurar que no se están dañando las funciones cerebrales. Al estimular al enfermo, se observa la respuesta en el monitor y se respetan las zonas activas que pueden resultar lesionadas. Todo ello tras aplicar sedación y una anestesia local en el cuero cabelludo para bloquear los nervios de la piel.

Hasta el momento, según Barcia, este tipo de operaciones se practicaban sólo en un hospital de Barcelona en España.