Un 15% de los alumnos quiere clases en valenciano, pero sólo se ofrece un 11%
Un informe contrasta el elevado conocimiento y capacidad lingüística con el escaso interésLas universidades plantean varias fórmulas, como el requisito lingüístico o los grupos de línea
Algunos universitarios quieren estudiar en valenciano y no pueden. La oferta es inferior a la demanda. Un 15,75% de los universitarios en el curso 2004/2005, es decir 22.017 alumnos, solicitaron por escrito en el momento de su matrícula recibir clases en valenciano. Pero sin embargo, sólo se ofrece un 11,21% de clases en valenciano.
Un 84,24% de los universitarios quiere clases en castellano y a un 13,39% le da igual en qué idioma hable el profesor. La demanda potencial de clases en valenciano se sitúa, de media, en el 29,14%. Estos son algunos de los datos del informe El valencià a la universitat. Evolució del curs 2001/2002 al 2004/2005, coordinado por Maties Segura, responsable del área de Promoció Lingüística de la Jaume I de Castelló, y disponible en: www.uji.es/bin/serveis/slt/triam/evol0104.pdf.
El 87,6% de los matriculados en las universidades entiende el valenciano; el 72,2% sabe escribirlo y el 73,64 habla la lengua
La competencia lingüística de los universitarios de Castellón y Valencia ha mejorado en los últimos años, mientras que ha bajado en Alicante
"Todavía son mayoría los estudiantes que prefieren las clases en castellano, más de dos terceras partes", afirma Maties Segura
"Pretendemos mostrar una radiografía de la realidad para que los responsables tomen nota, y se establezca una relación dialéctica para poder avanzar en el proceso de normalización", explica Segura, que parte de la premisa de que cada universidad tiene una realidad lingüística diferente; por eso es complicado y difícil establecer conclusiones globales.
No obstante, según las informaciones recabadas por los responsables del área de promoción lingüística, en los últimos tres cursos se ha experimentado un ligero incremento generalizado de las competencias lingüísticas de los universitarios de la Jaume I de Castellón, Universidad Politécnica de Valencia y Universitat de València, aunque en esta última se detecta un menor dominio de la competencia para escribir. Por contra, bajan las competencias de los universitarios de Alicante, en una media de 4,3 puntos, una situación que podría estar relacionada con el nivel de exigencia en la enseñanza secundaria y el lugar de procedencia de los alumnos. "Cada universidad es un mundo distinto, y no se puede comparar entre ellas", reconoce Segura, que desglosa en distintos apartados un completo informe sobre el valenciano en los campus.
- Capacidad lingüística
El nivel de competencia lingüística de los universitarios valencianos es "muy alto", según este estudio, que indica que el 87,6% de los matriculados lo entiende; el 72,20% sabe escribirlo; el 73,64% sabe hablar la lengua, y el 82,37% lee en valenciano. Unas cifras que son fruto, según Maties Segura, del proceso de escolarización y de los diferentes programas de enseñanza en valenciano. Sin embargo, este elevado conocimiento no se traduce con un desaforado interés de los universitarios para matricularse. "Hay una gran diferencia entre el grado de competencia y el nivel de uso que declaran que estarían dispuestos a realizar en sus estudios", concluye Segura. En este sentido, Fernando Borras, vicerrector de Extensión Universitaria en la Universidad Miguel Hernández de Elche, pone un ejemplo cercano: "Mis hijos estudian en línea en valenciano, pero en el patio con sus compañeros hablan castellano y en casa también".
- Demanda de docencia
A los universitarios valencianos cuando se matriculan de las correspondientes asignaturas se les pregunta en qué lengua les gustaría recibir las clases, y con los resultados de estas encuestas se elaboró este informe, en el que han colaborado todas las universidades. Las gráficas muestran una gran diferencia entre los diferentes centros académicos; se observa una graduación de norte a sur, de mayor a menor. Un estudio reciente del curso 2004/2005 realizado por el Servei de Política Lingüística de la Universitat de València desveló que, si bien presenta el porcentaje más elevado de demanda de clases en valenciano (24,5%) de todos los campus, entre los estudiantes que residen en Valencia capital sólo un 13% opta por esta opción. En cifras absolutas de los 139.792 estudiantes universitarios que integran el sistema público sólo 22.017 quieren clases en valenciano; 97.476 las quieren en castellano y a otros 18.718 les da igual. "Aunque hay diferencias entre los campus", explica Maties Segura, "todavía son mayoría los estudiantes que prefieren las clases en castellano, más de las dos terceras partes (69,73%)". Una cifra que se reduce hasta el 65,95% si descontamos la Universidad Miguel Hernández, que no oferta ningún crédito en valenciano. "La falta de oferta influye también en la demanda, o si queremos un mensaje en positivo: la oferta genera una demanda", añade Segura.
- Docencia en valenciano
La falta de respuesta de las universidades valencianas choca con un lento, pero constante, incremento del aprendizaje en valenciano tanto en la enseñanza Primaria como Secundaria. Así, por ejemplo, según datos de la Mesa per l'Ensenyament del Valencià
en el curso 2001/2002 un 20% del total de los matriculados estudiaban en valenciano, un 28% de los alumnos de primaria estaban matriculados en la línea y un 10% en Secundaria. El curso pasado la media alcanzó el 22,34%, y la Consejería de Educación pronostica que en el curso 2005-2006 estudiarán 162.718 alumnos en valenciano, de un total de 705.939, es decir un 23,04%.Con este ritmo de incremento de alumnos en línea en valenciano durante la enseñanza obligatoria, dentro de 35 años, es decir en 2041, se alcanzaría "un 50% del alumnado normalizado", vaticina Segura, que lamenta se requieran la friolera de 56 años para hacer cumplir la Llei d'Ús i Ensenyament del Valencià aprobada en 1982.
Pero en las universidades la situación es distinta. Cada institución planifica su política lingüística y cada una aplica distintas fórmulas para lograr un mismo objetivo: avanzar en el proceso de normalización del valenciano. Maties Segura reconoce que existe "buena predisposición" de los equipos rectorales, pero no ponen en marcha los mecanismos necesarios para aumentar la docencia en valenciano y atender a la demanda. "Parece que no sea una prioridad este tema, nadie cree que hay que abordarlo con urgencia", se lamenta este experto, que aboga por impulsar políticas comunes. En los últimos tres años la docencia de créditos en valenciano ha aumentado un 0,18% en el conjunto de los campus; por centros, destaca el incremento de la oferta en la Universitat de València, que pasa de un 22,7% de créditos en valenciano en 2001/2002 a 26,05% el curso pasado. En Alicante había un 2% de créditos impartidos en valenciano y ahora hay 4,68%; en la Politécnica se ha registrado un descenso del 12% al 7,18%, al igual que en la Jaume I, que pasa de un 18,46% a un 18,14%.
- Universidades catalanas
El informe de Maties Segura, con el objetivo de ofrecer una visión de conjunto de la docencia, ofrece algunos datos referentes a otras universidades del ámbito lingüístico catalán, que imparten un 66% de la docencia en catalán. Así por ejemplo, en la Universitat de Barcelona el porcentaje es de un 64,5%; en la Autònoma en el curso 2000/2001 fue del 64,54%; en la Politécnica de Catalunya un 59%; en la Pompeu Fabra un 66%; en Lleida un 59%; en Girona la cifra de clases en catalán supera el 85%, y en la Universitat Rovira i Virgili es de un 64%. En la Universitat de les Illes Balears un 47% de la docencia es en catalán y en el caso de los campus valencianos es de un 11,21% del total de asignaturas.
- Requisito lingüístico
Una de las medidas que algunos demandan para lograr una mayor eficacia en el proceso de normalización del valenciano en las universidades es la exigencia del requisito lingüístico. Por ejemplo, en el curso 2000-2001 la Universitat de València perfiló lingüísticamente un 12% de las plazas nuevas (34 de 276), y la Jaume I un 8,8% (9 de 104); el curso pasado la Universitat de València convocó 56 plazas de 311 (18%) con perfil lingüístico; en Castellón fueron 4 de 173 (2,31%), y se estrenó la Universidad de Alicante con 12 de 164 (7,32%). Casi todas estas plazas son de PAS. Sin embargo, entre el personal docente e investigador, al tratarse de un cuerpo estatal de funcionarios, es más complejo exigir el requisito lingüístico. "Aunque existen fórmulas de discriminación positiva que se pueden aplicar", explica Segura, que pone como ejemplo los incentivos que introduce el Plan de Financiación de las Universidades Valencianas y que la Universidad de Alicante para la promoción del bilingüismo reparte de la siguiente manera: de los 100 euros por crédito impartido en valenciano que otorga el Consell un 50% son para el profesor, un 25% para el departamento y un 25% para la Facultad o Escuela. Al margen de estas medidas, cada centro diseña, en función de su realidad sociolingüística, un programa. La Jaume I de Castellón no establece líneas diferentes y cada profesor imparte las clases según su criterio, de esta forma se asegura "que todos los alumnos reciban algunas clases en valenciano", apunta Segura, que ofrece algunas cifras dispares. Así, por ejemplo, en Gestión y Administración Pública un 6% de las asignaturas son en valenciano; un 47% en Psicopedagogía, un 32% en Humanidades, y un 35% en Química. El resto de universidades apuesta por grupos en valenciano y otros en castellano. En Alicante ofertan, además de acciones de formación, promoción y asesoramiento, créditos en valenciano en Derecho, Económicas e Historia, entre otras carreras. La Politécnica de Valencia en el programa Projecte Europa intenta que haya un grupo de valenciano, al menos, de todas las asignaturas, y se deja libertad al profesor para dar clases en cualquiera de las lenguas oficiales. A modo de conclusión, Maties Segura, opina que se han realizado avances, pero que la normalización del valenciano debe recibir "un impulso decidido" por parte de los órganos de gobierno de cada universidad.
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