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La ONU rechaza visitar Guantánamo tras las condiciones impuestas por el Pentágono

EE UU niega a los inspectores acceso a los presos para determinar si han sufrido torturas

La esperada visita de los investigadores de la ONU a la base naval de Guantánamo se frustró ayer, después de que el Pentágono se negara a permitirles entrevistar a los prisioneros de Al Qaeda y del régimen talibán para determinar si han sufrido algún tipo de tortura o trato abusivo que atente contra los derechos humanos. La ONU dice que no acepta "visitas guiadas", y elaborará su informe basándose en las evidencias que ya tiene en su poder. Tras cuatro años de negociación, la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas recibía el pasado 27 de octubre una invitación del Departamento de Defensa por la que se les abrían las puertas de Guantánamo.

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Tras analizar las condiciones de la visita, la ONU aceptó la invitación para ir a la polémica base de Estados Unidos en Cuba, pero si los inspectores podían entrevistarse con los detenidos. La intención del equipo de investigadores, encabezada por el austriaco Manfred Nowak, era la de viajar a la Bahía de Guantánamo el 6 de diciembre, tres días después de haber inspeccionado las cárceles en China. Era, como dijo Nowak, "el primer resultado tangible del diálogo con el Gobierno estadounidense" y un hecho que podía facilitar futuras visitas similares a las prisiones gestionadas por EE UU en Afganistán e Irak.

La ONU aceptó de antemano limitar la inspección de la base a un día -en lugar de los 10 habituales- y a reducir el número de inspectores que integraría el equipo -de cinco a tres-. Nowak explicó que era tiempo suficiente para hablar con al menos 20 presos. Junto a él, el Pentágono autorizó a viajar a la base a Leila Zerrougui y a Asma Jahangir. El primero es experto en tortura y tratos abusivos. La segunda, en detenciones arbitrarias. Y el tercero, en cuestiones de libertad de creencias. Zerrougui dijo que aceptaban estas dos limitaciones en respuesta a la cooperación mostrada por Washington. Pero añadió que no estaban dispuestos a renunciar a los estándares mínimos que fija su equipo para este tipo de visitas, porque pueden sentar un precedente peligroso con vistas a futuras visitas en otros países y podrían en cuestión sus procedimientos de vigilancia.

"El acceso a los presos", dijo, "es un requisito esencial para preservar la independencia de nuestro trabajo". El Pentágono optó al final por mantener su negativa a que los tres investigadores pudieran mantener encuentros privados con los presuntos terroristas de Al Qaeda allí retenidos. Washington se limita a explicar que hay una guerra en curso y que Naciones Unidas no es competente en la materia. Además, explica que la Cruz Roja tiene ya un acceso permanente a los presos. Pero su trabajo es confidencial y no pueden informar a la ONU de lo que ven dentro de la prisión extraterritorial de EE UU.

Los inspectores no quieren especular sobre los motivos que están detrás de esta negativa del Pentágono, que lamentan profundamente. "Si no tienen nada que ocultar, no entendemos por qué se nos impide el acceso a los detenidos", reiteran los investigadores. La ONU recuerda además que Mongolia es el único país de los 51 que han cursado invitaciones que ha planteado alguna restricción en este sentido, limitada a los condenados a pena capital.

Primera parada

China, que visitarán a partir hoy, hasta el 3 de diciembre, aceptó las condiciones básicas de acceso tras una larga negociación. Los investigadores de la ONU están discutiendo en paralelo las condiciones de la visita con Turquía, Ecuador y Honduras. Y tienen previsto ir también a Siria y Egipto.

Guantánamo se pretendía que fuera la primera parada, porque la ONU quiere tener acceso a todas las prisiones bajo la gestión de EE UU donde hay retenidos presuntos terroristas. Gran parte de los cerca de 500 prisioneros de la Bahía de Guantánamo han estado encarcelados durante más de tres años y medio, sin cargos o acceso a abogados. Nowak advierte de que con visita o sin visita, su intención es presentar en primavera el informe sobre el trato que reciben allí los presos de Al Qaeda y del antiguo régimen talibán. "Tenemos mucha información disponible", explicó, basada en los testimonios de los presos que han salido de Guantánamo y del Gobierno de EE UU. "La visita será una evidencia adicional", remachó.

Policías militares de EE UU vigilan a supuestos miembros de Al Qaeda en Guantánamo en 2002.
Policías militares de EE UU vigilan a supuestos miembros de Al Qaeda en Guantánamo en 2002.AFP

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