Zapatero dice que la ley asegura la libertad de elección

El Senado vivió ayer un intenso debate a cuenta de la reforma educativa entre el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el portavoz del PP, Pío García Escudero. Después de que el socialista recordara que el modelo educativo había permitido un desarrollo "sin parangón" en los últimos 25 años, el conservador aseguró: "No sé en qué mundo vive, pero la educación en nuestro país es un absoluto desastre". Zapatero contestó rápido: "A pesar de que han estado ustedes ocho años en el Gobierno, la educación no es un desastre". Además aseguró que la ley garantiza la libertad de elección de centro.

"La Ley de Calidad tuvo una gran contestación, y el presidente ni llamó ni recibió a quienes protestaban"

Zapatero: "El sistema educativo ha permitido en los últimos 25 años un desarrollo sin parangón en la historia"

García Escudero: "Salga de su mundo virtual de 'Matrix'. Esto no es una conjura de los obispos"

"Respondan por escrito a la propuesta del PSOE. Déjense de eslóganes y exageraciones"

"La realidad es que la LOGSE ha sido un fracaso. La educación en nuestro país es un absoluto desastre"

"Este asunto no se soluciona abriendo el grifo del presupuesto y con simpáticas fotos en La Moncloa"

El presidente del Gobierno, que hoy recibirá a los convocantes de la manifestación del pasado sábado en Madrid contra el anteproyecto de la Ley Orgánica de Educación (LOE), tenía mucho interés en contestar ayer en el Senado a algunas cuestiones planteadas en esa protesta. Le preocupaban sobre todo dos: la libertad de elección de centro por parte de los padres y el derecho a que sus hijos reciban clases de religión.

Zapatero fue tajante: "La ley garantiza la libertad de elección del centro por parte de los padres", aseguró entre gritos cruzados de la bancada socialista y popular, en una de las sesiones más alborotadas de los últimos meses. "Sí, sí", gritaban unos, "no, no, mentira", gritaban otros. "Fuera, fuera", se llegó a escuchar en los escaños de la derecha.

El presidente siguió entre la algarabía: "La ley garantiza y exige el derecho que asiste a los padres a que sus hijos estudien religión. Establece claramente la obligatoriedad de los centros a ofertar la asignatura de religión". Visiblemente enfadado, concluyó: "Lo demás son mentiras y falsedades, lo diga quien lo diga". Lo dijo entre grandes aplausos de los senadores socialistas, que despidieron a su líder puestos en pie.

El presidente insistió en la idea de la libertad de elección, y retó a cualquiera a que le demuestre lo contrario. "Frente a todo el debate de los eslóganes y de las exageraciones, nadie es capaz de consultar la Ley Orgánica de Educación y decir en qué artículo se impide la libre elección del centro por parte de los padres o en qué artículo se impide que los padres elijan la religión como una asignatura a estudiar por sus hijos". Escudero ya no podía responder, pero en su grupo gritaban: "¡El 15 y el 84!".

En el artículo 15, la ley actual reforma a la que propuso el PP y en lugar de la expresión "las administraciones educativas garantizarán la existencia de puestos escolares gratuitos en centros públicos y en centros privados concertados para atender a la demanda de las familias" cambia el final para decir "podrán establecer conciertos con centros privados en el contexto de su programación educativa". Ese "podrán" es lo que indigna al PP y a la Iglesia.

En el artículo 84, donde antes decía "las administraciones educativas realizarán una adecuada programación de los puestos escolares gratuitos que garantice la efectividad del derecho a la educación y el derecho a la libre elección de centro", ahora se ha retirado la referencia a la libre elección.

Sin embargo, esto no demuestra nada para el PSOE, que insiste en que fue un Gobierno socialista, en los años ochenta, quien instauró el sistema de los conciertos y no será otro el que los retire.

En cualquier caso, el presidente del Gobierno retó al PP: "Queremos propiciar el diálogo, deseamos que el Grupo Popular responda por escrito y con contenidos a la propuesta que el PSOE le hizo hace algunas semanas. Aún no hemos recibido su respuesta y deseamos que nos respondan, que se incorporen y que dejen los eslóganes y las exageraciones".

La discusión entre Zapatero y García Escudero se situó en torno a la situación de la educación.

El presidente comenzó con un rechazo al catastrofismo: "España tiene un sistema educativo que ha permitido en los últimos 25 años que nuestra sociedad alcance un grado de desarrollo económico y de bienestar que no tiene parangón en la historia. Gracias a la extensión de la educación pública y gratuita, gracias al esfuerzo de muchos docentes, somos un país moderno, que crece económicamente, que crea empleo, y que tiene grandes posibilidades de futuro. Tenemos dos problemas esenciales. La extensión del número de jóvenes con titulación de bachiller y de formación profesional, y el combate contra el fracaso escolar".

García Escudero contestó airado. "Salga de su mundo virtual de Matrix, porque esto no es una conjura de los obispos". "Yo no sé en qué mundo vive usted, pero la realidad es que la educación en nuestro país es un absoluto desastre", clamó entre las protestas de los socialistas, que gritaban: "¿Y vuestros ocho años? ¡Qué cara!".

El portavoz del PP recordó las firmas recogidas en contra de la LOE y pidió a Zapatero que retire la ley y piense lo que les va a decir hoy a los representantes de los manifestantes: "Éste no es de los asuntos que se solucionan nada más abriendo el grifo del presupuesto, ni tampoco con esas simpáticas fotos a la puerta de La Moncloa".

Zapatero contraatacó: "Está muy reciente en la memoria española que la Ley de Calidad, igual que la otra gran ley educativa, la Ley Orgánica de Universidades, tuvo una amplísima contestación social, y está en la memoria de la gente que el presidente del Gobierno ni llamó ni recibió a quienes protestaban en la calle por esas dos leyes que ustedes aprobaron".