Punto de encuentro de viajeros en Barcelona
Asmat, un espacio múltiple
El mes que viene me voy a Albania en coche y con los niños. ¿Tenéis algo que recomendarme?". El anuncio de Ferran cuelga de un panel en la cafetería Asmat. Ferran es uno de los clientes que han optado por uno de los servicios de esta tienda-cafetería-restaurante-punto de información sobre viajes, que abrió el pasado mes de junio en Barcelona. "Queremos ser un foco de atracción para el viajero", explica Jordi Salvador, responsable de Asmat.
La fórmula es la variedad de servicios. Asmat es una tienda: vende todo el material necesario para viajar, desde brújulas hasta cochecitos todoterreno para el bebé. También es librería: libros, guías de viaje, mapas y dos ordenadores para conectarse gratuitamente a Internet, para consultar desde los horarios de la Embajada hasta un vuelo de último minuto. Asmat es asimismo una puerta de entrada para las agencias de viaje: ofrece una amplia sala con proyector para organizar charlas, cursos y conferencias. Y además cuenta con una cafetería-restaurante.
Una región remota
Asmat también es una de las regiones más remotas del planeta, al suroeste de Nueva Guinea, explica uno de sus propietarios. "Era necesario un espacio donde el viajero pudiera leer una revista de viajes con una infusión de té chino y escuchando música étnica", afirma Salvador. Ahora, tras varios meses de rodaje, los impulsores de Asmat, un grupo de amigos amantes de los viajes, quieren darle un empuje al restaurante. Lanzan para las noches el menú aventura, que cuesta 25 euros y variará cada dos o tres semanas. El chef quiere inculcar a los platos este espíritu viajero, y por eso la cocina busca mantener los sabores de los lugares de origen. El menú degustación está compuesto por seis platos: aperitivo, ensalada, sopa, pasta o arroz, carne y pescado, siguiendo la cocina asiática, mediterránea, africana o de países suramericanos, igual que los vinos.
Una de las ventajas de Asmat, según sus responsables, es que el personal de la tienda tiene experiencia en viajes y puede orientar al cliente en el material necesario para la aventura. "La intención es que la gente venga a conocer a otra gente que ha hecho un determinado viaje". Pero Asmat no sólo se emplaza en 400 metros cuadrados de un local de Barcelona, sino que también tiene vida propia en Internet. Para ello se ha creado una página web que es un club de intercambio de experiencias para crear una comunidad de viajeros independientes.
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