Flores y volteo de campanas

Miles de valencianos acudieron ayer, día de Todos los Santos, a los cementerios de Valencia, Alicante y Castellón para visitar a sus seres queridos y adornar sus lápidas con arreglos florales.

La afluencia de personas fue tal que, al menos en Valencia, la Policía Local preparó un dispositivo especial de 400 agentes para regular y cortar el tráfico en los entornos de los cementerios. El Ayuntamiento estableció zonas de aparcamiento alrededor de los campos y cambió el sentido de la circulación en algunas calles para facilitar el acceso. La Policía Local también controló la venta de flores y otras mercancías, y reforzó la vigilancia contra los hurtos.

Un bando de la alcaldesa, Rita Barberá, estableció ya el pasado 6 de octubre todas las normas en torno a la festividad de los difuntos. El bando incluyó el dispositivo de tráfico en torno a los siete cementerios del municipio; el reforzamiento del servicio de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), horarios para la colocación de adornos en las tumbas o nichos, así como la disposición de los puestos de venta de flores, que debían solicitar un permiso.

La festividad de Todos los Santos también se vivió en las iglesias, con la celebración de misas en honor de los difuntos. Además, ocho miembros de la Asociación de Campaneros de la Catedral de Valencia interpretaron ayer, en la víspera de la conmemoración de los Fieles Difuntos, que se celebra hoy, el tradicional toque de difuntos en las campanas de la torre del Micalet, según informó el arzobispado. El toque sonó de las 19.30 a las 20.00. El toque de difuntos, que data del siglo XVI, se caracteriza por su ritmo "extremadamente rápido", según explicó el presidente de la Asociación de Campaneros de la Catedral, Francesc Llop. Los ocho especialistas de la asociación accionaron nueve de las once campanas del Micalet.

Entre las peculiaridades del toque figura la forma en la que finaliza, ya que "el sonido termina con la máxima velocidad permitida por la pericia del tocador y por las limitaciones de las cuerdas con que se accionan las campanas", comentó Llop. Además de acompañar los entierros, previamente, este toque servía para anunciar los fallecimientos de personalidades significativas.

También los gremios de campaneros de las localidades valencianas de Ontinyent y l'Alqueria de la Comtessa realizaron en sus parroquias los toques tradicionales de Todos los Santos, y también en la fiesta de los Fieles Difuntos, que se celebra hoy.

Durante la misa mayor de Todos los Santos que tuvo lugar ayer en Ontinyent a las 12.00, sonó la campana mayor del templo, La Petra, que data de 1881 y tiene un peso de 1.381 kilogramos. Esta campana sólo se toca los días de fiesta mayor en Ontinyent, junto con las otras nueve campanas. Hoy los campaneros harán el toque de ánimas, reservado al día de Fieles Difuntos. Todas las campanas voltearán "a medio vuelo", media hora antes de la misa en la parroquia Asunción de Nuestra Señora, a las 19.30. Los toques de Todos los Santos y Fieles Difuntos en Ontinyent datan del siglo XIX y fueron recuperados hace 11 años por el gremio, integrado por 37 personas. En l'Alqueria de la Comtessa, los campaneros realizaron un volteo de las cuatro campanas de la parroquia entre las 11.30 y las 12.00. Los toques y volteos datan del siglo XIX y fueron recuperados hace cinco años.

Mientras, Cocentaina clausuró ayer la tradicional Fira de Tots Sants, cuya edición número 659 ha alcanzado los 600.000 visitantes, según el concejal José Elíes Esteve. Este encuentro comercial, considerado como uno de los más antiguos de España y el más importante de la Comunidad Valenciana, transformó durante cuatro días la localidad de 11.000 habitantes. El volumen de negocio alcanzó los 24 millones de euros. Expositores de maquinaria agrícola, industrial y de vehículos de automoción han constituido el eje principal del certamen.