Billy Hopkins sorprende con una autobiografía que él mismo se editó

"Quien ríe, dura", es la máxima que repite una y otra vez el autor británico Billy Hopkins, de 77 años. Y él tiene mucho por lo que reír. Al jubilarse se dedicó a hacer relojes y juguetes de madera hasta que su familia, cansada de tanto martillazo, le aconsejó que apostase por un hobby más tranquilo. "Me dijeron: 'Por qué no escribes tus memorias", contaba Hopkins hace unos días en Madrid. Dicho y hecho. Se sentó al ordenador y escribió Our kid, 150.000 palabras que han cambiado su vida. Punto de Lectura inaugura ahora una colección de obras inéditas en castellano con este volumen títulado Nuestro querido Billy.

La autobiografía, contada en tercera persona, narra desde el nacimiento de Billy en un paupérrimo barrio obrero de Manchester hasta su traslado a Londres con 17 años. "Es libro cabal, muy bien trabado, que no cae en la nostalgia. Al revés, nos rescata de una realidad ruin con mucho sentido del humor. Billy representa la resistencia ante la adversidad y lo describe sin triunfalismo ni moraleja", afirmó en la presentación el novelista Ignacio Merino.

A la familia de Hopkins les gustó Our kid y le animaron a publicarlo. Objetivo fallido. "Mandé copias a 30 editoriales y sólo 12 me contestaron con unas respuestas rarísimas. Una me dijo que era una pena que la historia no fuese escrita por una chiquilla y me propusieron que cambiase la historia para publicarla. Me negué", recordó entre risas. Profesor durante 40 años -la mitad de ellos en el África negra-, no se desalentó y decidió autoeditarse. Primero sacó tres ejemplares carísimos encuadernados en piel, después una tirada de 100, a la que siguió otra... "Puse anuncios en una revista de jardinería y en una de la tercera edad y enviaba los pedidos por correo. Hasta que el libro cayó en manos de un asesor creativo que vive en Hollywood. Le encantó y se lo recomendó a un editor, que accedió a leérselo y publicarlo".

Our kid vendió 300.000 ejemplares. Le han seguido tres libros de memorias más -el quinto tomo se editará en noviembre-, de los que se han vendido otros 300.000 ejemplares. "Lo único que pretendo es divertir. Quien quiera enviar mensajes, que se vaya a Correos", dice Hopkins.