22 galerías españolas participan en la feria de Colonia

El arte alemán marcó la 39ª edición de Art Cologne, la más antigua de todas las ferias europeas de arte y considerada la segunda después de la de Basilea. Los españoles aumentaron su presencia (participan 22 galerías, con ayudas del Ministerio de Cultura) en esta feria que desde hace dos años se encuentra en un proceso de renovación impulsado por su nuevo director, el estadounidense Gérard Goodrow (1967), y que compite desde los años noventa con otros foros de arte en metrópolis europeas. José Pinya, de la galería mallorquina Pelaires y el primer español miembro del comité de la Art Cologne dijo ayer que la feria tiene la misma importancia que Arco para los españoles. Más de 250 galerías de 26 países comercializan desde el viernes hasta hoy en Colonia sobre una superficie de 40.000 metros cuadrados pinturas, fotografías, dibujos, instalaciones, vídeos y esculturas del comienzo del siglo XX hasta la actualidad. Estados Unidos tiene 13 galerías.

El recorrido por el recinto ferial sigue un orden cronológico. Empieza con el arte moderno clásico, continúa con el arte de la posguerra y finaliza con los nuevos contemporáneos y las galerías de arte vanguardista. Los nuevos contemporáneos, galeristas jóvenes, comparten un salón con las nuevas promesas. Al hacer un primer balance, Goodrow informó de que una cuarta parte de los 100 artistas cuya obra mejor se vende en todo el mundo son alemanes. Ello no contradice el hecho de que Goodrow anunciara la internacionalización de la feria al asumir su cargo en 2003. La demanda internacional, las subastas, las exposiciones individuales y colectivas en destacadas galerías y museos influyen en los precios que pagan los coleccionistas. Aunque para Goodrow está claro que "el corazón determina" el valor de una obra artística.

Según Pinya, quien anunció para la 40ª edición de la Art Cologne un aumento de número de galerías españolas, los compradores de arte español son alemanes, belgas y franceses.

La venta de obras de arte aumentó este año alrededor de un 10%. Los coleccionistas gastaron durante los primeros tres días de la feria un total de 70 millones de euros. Entre las obras vendidas se encontraban obras de Gerhard Richter, Roy Lichtenstein y Rosemarie Trockel. La obra más cara que cambió de dueño fue Airplane, de Lichtenstein. La galería Terminus de Múnich la compró por 1,6 millones de euros. Un cuadro de Picasso, Buste d'homme à la pipe, se vende por 2,1 millones.