Cuba niega haber financiado la campaña del presidente Lula

El Gobierno de Fidel Castro, a través del embajador de Cuba en Brasil, desmintió ayer con rotundidad la información de la revista Veja según la cual ayudó a financiar la campaña del presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, en 2002 con tres millones de dólares (2,6 millones de euros). La oposición brasileña ha pedido una investigación parlamentaria sobre unos hechos que, de confirmarse, podrían acabar con el Partido de los Trabajadores (PT).

Según el embajador Pedro Núñez Mosquera, lo que pretende dicha campaña es "afectar las relaciones bilaterales" entre Cuba y Brasil, "caracterizadas por el diálogo fraternal y la no injerencia en los asuntos internos". Según el embajador cubano, lo único que Cuba ha ofrecido gratuitamente al Gobierno de Brasil fue la oportunidad de operar de la vista a 100 brasileños por día en la llamada Operación Milagro. Los gastos de viajes y estancia en Cuba de los operados corren a cargo del Gobierno cubano.

Cuba considera que las revelaciones de Veja son "mentiras" que pretenden "desviar la atención de la visita que el presidente estadounidense George W. Bush realizará a Brasil los días 5 y 6 de noviembre". Según los analistas políticos, esta visita tiene como finalidad pedir a Lula que contribuya a frenar al presidente venezolano, Hugo Chávez. Se trata de una tarea que no será sencilla, ya que recientemente el presidente de Brasil dedicó grandes elogios a la democracia de Venezuela, a la que calificó como una de las más abiertas del mundo.

Las revelaciones de la revista Veja sobre la presunta financiación cubana de la campaña de Lula han removido las aguas del mundo político y la oposición y han vuelto a desempolvar la posibilidad de pedir la destitución del presidente. Varias fuentes, comenzando por el publicitario de su campaña, Duda Mendoza, han confesado que la financiación de la campaña presidencial contó con dinero no declarado, parte del cual llegado de cuentas de paraísos fiscales en el exterior.

Suspensión del partido

Según la ley electoral de 1995, haber aceptado ayuda exterior puede llevar a la disolución del partido político. Alberto Goldman, portavoz del opositor Partido Socialdemócrata de Brasil, aseguró que la "acusación es muy seria" y requiere "una investigación inmediata". "La ley es muy clara sobre la prohibición de recibir fondos desde el exterior", agregó.

Una de las consecuencias del reportaje de Veja podría ser que se convoque al ministro de Economía, Antonio Palocci, pieza clave del Gobierno de Lula, para declarar ante la comisión de investigación del Parlamento que analiza los escándalos de corrupción. Una convocatoria que hasta ahora había evitado la misma oposición por miedo a los efectos que podría tener en los inversores extranjeros y en la Bolsa. No obstante, en las denuncias sobre la presunta ayuda cubana a Lula aparecen involucrados tres ex asesores de Palocci cuando era alcalde Riberão Preto, en São Paulo.

El Nobel de Literatura José Saramago, que está promocionando su última novela en este país, preguntado sobre la crisis política del Gobierno de Lula afirmó ayer: "Lula no debía haber admitido la corrupción que ya no consigue combatir". Y añadió: "Lula está atado de pies y manos y parece que no va a conseguir hacer las grandes reformas que prometió en el campo social. Ha sido una decepción para el mundo".