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CUMBRE EUROPEA EN LONDRES | Los nuevos socios

La UE amenaza a Rumania y Bulgaria con aplazar la adhesión

Bruselas da seis meses para que Sofía y Bucarest liquiden la corrupción

Andreu Missé

Bulgaria y Rumania deberán realizar un serio esfuerzo en los próximos seis meses para liquidar la corrupción si quieren entrar en la Unión Europea el 1 de enero de 2007, tal como estaba previsto. El comisario de Ampliación, el finlandés Olli Rehn, presentó ayer en el Parlamento Europeo el resultado de los informes sobre los avances realizados por ambos países, que suman 30 millones de habitantes, y los problemas pendientes.

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Rehn precisó que los esfuerzos y reformas deberían efectuarse "en la Administración pública, en el sistema de justicia y en aumentar la lucha contra la corrupción, sobre todo en los niveles altos". El comisario señaló que ambos países deberían realizar nuevos esfuerzos en el área de los derechos humanos y en la protección de minorías y grupos vulnerables. Los informes señalan que tanto Rumania como Bulgaria han hecho progresos importantes, pero subrayan que todavía tienen mucho margen para mejorar.

La Comisión ha examinado 140 áreas separadas, correspondientes a 29 capítulos. Sobre el 50% de las áreas no han detectado ningún problema. Los problemas afectan en general a una tercera parte del acervo comunitario, y las preocupaciones más serias, a un 10% de los capítulos examinados. "En estas áreas", señaló Rehn, "a menos que los países adopten inmediatas y decisivas correcciones, no estarán preparados para poder entrar en la fecha de acceso prevista". Entre los problemas específicos, el comisario señala en relación a Bulgaria la necesidad de "reducir la alta proporción de vehículos inseguros". En el caso de Rumania se refiere a "la conveniencia de cumplir los requerimientos en el campo de los impuestos".

La Comisión está "seriamente preocupada" por el funcionamiento de determinadas áreas ligadas a actividades vinculadas al mercado interno y a la seguridad europea. En este campo, Rehn hizo una referencia expresa "a los defectos encontrados en el sector veterinario, que podrían poner en peligro la sanidad alimentaria en la Unión Europea y al control de las fronteras exteriores".

En relación con los informes comunitarios, el presidente rumano, Traian Basescu, calificó el informe de la Comisión de "exigente y objetivo", pero consideraba que no obligaba a modificar el calendario de la adhesión. Por su parte, el primer ministro, Calin Popescu Tariceanu, manifestó en una entrevista al diario francés Le Figaro que "la corrupción en Rumania ya no es la regla sino la excepción".

De todas formas, la Comisión Europea continuará financiando a ambos países para preparar su proceso de integración. En el presupuesto de la Unión Europea para 2006, los recursos previstos en la etapa previa al acceso ascienden a 1.155 millones de euros para Rumania y a 545 para Bulgaria. Esta financiación deberá dedicarse especialmente para abordar las deficiencias identificadas en los dos informes de la Comisión.

En los próximos meses, la Comisión continuará realizando un intenso control de las reformas efectuadas en ambos países y emitirá un nuevo informe en la primavera de 2006 (entre abril y mayo). "Si es necesario", señaló el comisario, "podremos recomendar aplazar un año el ingreso a la Unión Europea", aunque señaló que continuarán apoyando a ambos países para que puedan entrar en el plazo previsto.

Rumania y Bulgaria, que en conjunto cuentan con una población de 30 millones de habitantes, completaron sus conversaciones de adhesión en abril de 2004. Pero ambos países registraron problemas relacionados con el retraso de las reformas, elecciones e inundaciones, lo que comportó un retraso de los preparativos para que pudieran ingresar junto a los otros 10 países de la quinta ampliación, en mayo de 2004. Durante el pasado año, ambos países registraron un fuerte crecimiento económico, que fue del 8,3% en Rumania y del 5,6% en Bulgaria.

Dos limpiadoras de Bucarest, antes de una visita de Bush en 2002.
Dos limpiadoras de Bucarest, antes de una visita de Bush en 2002.AP

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