Un congreso en Barcelona debate sobre la memoria y el olvido en la transición

Los pactos de la transición política han protagonizado los debates entre los historiadores participantes en el congreso La transición de la dictadura franquista a la democracia, clausurado ayer en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona y que se ha propuesto superar lugares comunes como que la transición fue consecuencia de la voluntad de los llamados reformistas del régimen y, por tanto, un éxito suyo, o que los pactos están en el origen de todos los males de la democracia.

Pere Ysàs, por ejemplo, expuso en una ponencia que la clase política del régimen era consciente de su debilidad ya desde principios de los años setenta, una idea que cuestiona el liderazgo durante la transición que se le ha atribuido en ocasiones. Manuel Pérez Ledesma defendió el papel determinante de los movimientos sociales en esa época y afirmó que, contra los que hablan de traición de los dirigentes, el pueblo se desmovilizó porque tras la "ruptura pactada" se habían alcanzado las libertades básicas que se demandaban.

Santos Juliá, por su parte, discutió el concepto de "pacto de olvido": "Nunca se habló tanto del pasado como en esa época". Y fechó la relajación de la presencia de la memoria en la esfera pública en los años ochenta. Esto último lo señaló también el escritor Rafael Chirbes, quien, muy crítico, discutió la gestión de la memoria de los vencidos por parte de los diversos gobiernos socialistas.