La principal obra de saneamiento de Guipúzcoa se retrasa un año

La construcción del emisario terrestre que unirá la depuradora donostiarra de Loiola y el emisario submarino de Mompás, el proyecto de saneamiento más relevante de Guipúzcoa, se retrasará al menos un año y tendrá un sobrecoste del 10% debido a los problemas en la ejecución del túnel por donde discurrirá el conducto terrestre, según indicó ayer el presidente de la Confederación Hidrográfica del Norte, Jorge Marquínez, en una visita a las obras.

Marquínez detalló que una de las máquinas con la que se estaba abriendo el túnel quedó encallada por las dificultades del terreno, lo que ha obligado a paralizar las obras. El plan pasa ahora por retomar los trabajos por el extremo contrario hasta llegar al punto donde se produjo el problema. Este imprevisto motivará que el emisario terrestre, presupuestado en un principio en algo más de siete millones de euros, cueste unos 700.000 euros más.

La depuradora de Loiola, que trata las aguas de toda la comarca de San Sebastián (unos 360.000 habitantes), funciona parcialmente desde el pasado julio. Hasta que finalicen las obras del emisario terrestre, las aguas depuradas salen a través del antiguo colector del Urumea, como recordó ayer el responsable de la Mancomunidad de Aguas del Añarbe, Enrique Noain.

El Ministerio de Medio Ambiente invertirá en Guipúzcoa 136 millones entre este año y 2007, según explicó ayer el diputado socialista por esta provincia Manuel Huertas. Ese dinero irá a parar a realizar varias infraestructuras y trabajos de saneamiento y depuración. Entre los proyectos previstos está la ejecución de la tercera y última fase del paseo marítimo entre Zarautz y Getaria, que absorberá cinco millones.