La ONU alerta de la insuficiente capacidad de las farmacéuticas ante la gripe aviar
Los laboratorios tardarían seis meses en preparar una vacuna si se registra la mutación letal
La alarma por la posible irrupción de una epidemia de gripe aviar en humanos ha obligado a países y organismos internacionales a revisar sus planes de prevención. Ayer el coordinador de la ONU para una posible pandemia, David Nabarro, alertó de que en el caso de que el virus que infecta a los animales cambie y se vuelva peligroso para las personas, los laboratorios tardarán unos seis meses en tener listas las vacunas suficientes. Actualmente, según la Organización Mundial de la Salud, su fabricación está en manos de media docena de compañías que producen 300 millones de dosis al año.
"Es una prioridad" que los laboratorios se comprometan a aumentar su capacidad de producción para el caso de que se declare una epidemia, insistió Nabarro. El inconveniente es que hasta que el virus no cambie y se convierta en una cepa peligrosa que se transmita fácilmente entre humanos no se sabrá cuál debe ser la composición de la vacuna.
El virus de la gripe apenas tiene nueve genes, pero cada año cambia y por eso la población de riesgo tiene que inmunizarse anualmente. La vacuna aprobada para este año se basa en las tres cepas más frecuentes en el sureste asiático en febrero, que son las que se supone que se van a expandir por el resto del mundo este invierno. "No sabemos cuál va a ser la composición genética de un posible virus mutante, por lo que no podemos estar seguros de que las vacunas que hay ahora almacenadas vayan a ser efectivas", dijo Nabarro.
Prueba en humanos
Ello no significa que haya que estar con los brazos cruzados. En agosto, el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos comenzó a probar en humanos una vacuna contra el H5N1. Este antídoto no será el definitivo, pero permitirá ir ganando experiencia. Según el último recuento de la OMS, desde finales de 2003 el virus H5N1 (llamado así porque en su cubierta hay proteína H del tipo 5 y proteína N del tipo 1) ha infectado a 117 personas -la última, en Indonesia-, de las que han fallecido 60.
El problema del tiempo que se tarde en disponer de un tratamiento eficaz contra la gripe es fundamental para evitar su impacto. Pero aunque no se disponga de vacunas, hay otras medidas, como el aislamiento de casos sospechosos, el uso de mascarillas y los antivirales. "No me atrevería a identificar ninguna de las actividades preventivas que puedan tomar los Gobiernos como inútiles", afirmó Nabarro.
Ello demuestra que la capacidad del virus para pasar de las aves a las personas es muy baja de momento, pero, en cambio, indica que su mortalidad es muy alta (un 51,3%). Lo que no es seguro es que la cepa final mantenga este rasgo. Algunos expertos, como el presidente de la Sociedad Española de Epidemiología, Ildefonso Hernández, matizan sin embargo que esta mortalidad se da en países donde las condiciones de vida no son las mejores (Vietnam, Tailandia y Camboya, aparte de Indonesia), por lo que es posible que en los países ricos la incidencia fuera mucho menor, y en otros, como los africanos, muy superior.
Otro factor que el mismo Nabarro advierte es que es posible que mientras todos los ojos estén pendientes del virus H5N1, en algún lugar del sureste asiático se esté produciendo una mutación en otro virus de la gripe aviar. "Un día habrá una pandemia de gripe en humanos, pero no tiene necesariamente que ser del H5N1", ha dicho. Por ejemplo, la epidemia de 1918 fue provocada por un H1N1; la de 1957 por un H2N2 y la de 1968 por un H3N2. Los científicos han identificado 16 tipos de proteínas H y 9 de proteína N.
Aparte de estas dos proteínas de la cubierta, existen otras que intervienen en la peligrosidad del virus. Si aparece un virus con una combinación nueva, será más peligroso, porque el sistema inmunitario de las personas no estará preparado para combatirlo.
Pero mientras la ONU y los gobiernos esperan la mutación del virus aviar, la ONU tiene otra preocupación: combatir el virus en los países que ya están afectados. Para el próximo 6 de noviembre está convocada una reunión de las distintas agencias de Naciones Unidas que tienen competencias en el tema, como la OMS, la Agencia de Agricultura y Alimentación (FAO) o la de Sanidad Animal.
Precisamente la FAO ha pedido 100 millones de dólares (unos 83 millones de euros) para combatir la expansión del virus en los países del sureste asiático ya afectados, de los que sólo ha recibido el 20%. "Si actuamos para controlar bien la epidemia del H5N1 en animales, estaremos en una muy buena posición para evitar una pandemia en humanos. Está en nuestras manos conseguir que esto suceda", ha dicho Nabarro.
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