Leti Romero lanza al Valencia Basket hacia las semifinales de la Euroliga
El equipo de Rubén Burgos arrasa en la Fonteta en el primer partido de la eliminatoria ante el Çukurova (89-57)
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Cuando la inspiración acaricia a Leti Romero, la base canaria entra en trance y el baloncesto se vuelve a cámara lenta. Parece que juegue despacio, pero te mata en cada movimiento, en cada pase, en cada tiro. Poco a poco, Romero va embrujando a sus compañeras y el equipo empieza a volar. Y así, ‘piano’, ‘piano’, el Valencia despegó una vez más de su mano y se lanzó hacia unas semifinales de la Euroliga —dentro de la Final a 6 que se celebrará del 9 al 13 de abril en Zaragoza— con un triunfo contundente ante el potente Çukurova turco (89-57).
Hubo un momento que el Valencia Basket ya volaba sobre el parqué de la Fonteta. Quince puntos de ventaja (32-17) y una afición entregada al juego de su equipo. Ahmet Kandemir paró el partido y, al acabar el tiempo muerto, el Çukurova se puso a defender con una zona que cambió la dinámica de la eliminatoria. Howard y Araujo se apropiaron de la pintura y el viento roló. El conjunto turco logró apagar a Leo Fiebich, imponente hasta entonces, y a Kayla Alexander.
Las turcas empezaron a limar la diferencia en el marcador en un cuarto que dominaron (13-20) y que cerraron a solo tres puntos del Valencia (38-35). La francesa Marine Fauthoux tomó el volante del enfrentamiento y comenzó a hacer jugar a su equipo. Marine, subcampeona olímpica e hija de Frédéric Fauthoux, un base francés que ganó varias ligas con el Pau-Orthez, completó 20 minutos magistrales en los que, además de dirección y defensa, aportó 17 puntos sin fallo en el tiro (acabó con 23).
El descanso le vino bien a Romero, que dio un paso al frente y lideró otro tirón del Valencia que acabó en un nuevo tiempo muerto del Çukurova (51-40). Al mismo tiempo empezaron a aparecer las manos de Iagupova, clave en su defensa ante Anderson. Un trabajo que continuó Queralt Casas cuando ocupó su plaza en el quinteto de Burgos. Romero hacía lo que quería en la cancha y no se marchó al banquillo hasta que el Valencia ya dominaba el partido (57-40).
El Valencia Basket iba lanzado. La ventaja se iba hinchando y con 65-42, desesperado, el técnico turco, ya sin Diallo (eliminada por cinco faltas) y con Howard limitada por sus cuatro personales, se vio con el agua al cuello (65-42) y se metió en la cancha a protestarle a los árbitros, una acción que le costó la expulsión. Ahí, aún con 9m 10s por delante, el partido se acabó y el Valencia aprovechó la confusión de su rival para llevarse 32 puntos de ventaja a Mersin.
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