El PSE abortó la fusión de las cajas al temer que el PP la usase electoralmente
Los populares alaveses quieren convertir su oposición en bandera para los comicios de 2007
El miedo a que el PP pudiese capitalizar electoralmente en Álava su rechazo a la fusión de las tres cajas de ahorros vascas, presentándola como un expolio para los alaveses de su Caja Vital, llevó al PSE a decidir no alargar el proceso y anunciar el martes que abortaba la operación hasta que vengan tiempos mejores tras las elecciones de 2007. La decisión se maduró en la reunión que celebró el pasado jueves la ejecutiva de los socialistas alaveses con la presencia del propio presidente de la Vital, Gregorio Rojo, y tras constatar no sólo que la postura contraria del PP no tenía marcha atrás, sino que los populares mantenían el propósito declarado de convertir su rechazo a la integración de las tres cajas (BBK, Kutxa y Vital) en su principal bandera en Álava para las próximas forales y municipales. No obstante, fue el lunes, en una reunión más reducida de dirigentes del PSE alavés cuando se acordó zanjar la cuestión anunciando públicamente su decisión de no apoyar ahora la propuesta, según han confirmado fuentes socialistas.
La semana anterior se produjeron dos hechos decisivos. Por un lado, el fracaso del último intento realizado por Rojo para modificar la oposición frontal de los populares. Su entrevista con el alcalde de Vitoria y presidente del PP alavés, Alfonso Alonso, no dio ningún resultado. Por otro, el martes se había presentado la plataforma ciudadana Vital Sí en defensa de la caja alavesa, estimulada por los populares y formada inicialmente por 50 personas. Aunque sus impulsores no han logrado poner a su frente a personalidades de gran prestigio, la dirección del PSE consideró que su discurso podía tener eficacia en ciertos colectivos del territorio y situar al partido en situación delicada, como reconoció ayer tácitamente su secretario general, Patxi López.
La otra opción, seguir adelante con la fusión pese al rechazo del PP, con el que los socialistas mantienen unas enrarecidas relaciones, había sido descartada de antemano, pese a los amagos en sentido contrario hechos por su portavoz en las Juntas Generales, Juan Carlos Prieto. Ello hubiera supuesto romper la llamada Plataforma por la Pluralidad auspiciada por PSE y PP que puso a Rojo al frente de la entidad, cerrando el paso a los nacionalistas. Un acuerdo alternativo en la asamblea de la Vital con los representantes del PNV permitiría poner en marcha la integración, pero a costa de abrir graves heridas en la sociedad alavesa y en el propio PSE. Además, daría al PP munición extra para acusar a los socialistas de "vender" los intereses de Álava al nacionalismo. "Les hubiéramos dado hecha la campaña electoral y en 2007 nos barren", apunta gráficamente un cargo socialista.
Las críticas a la decisión del PSE siguieron ayer. ELA le acusó de "plegarse" al PP, mientras EA apostó por una fusión sustitutoria de la BBK y la Kutxa como insinuó el día anterior el PNV. Se trata, sin embargo de un intento vano de presionar, ya que los presidentes de las cajas no barajan otra fórmula que una operación a tres.
El fantasma de UA
Unidad Alavesa (UA) está en proceso de liquidación, pero su fantasma ronda estos días por las sedes de los partidos alaveses. Sus dirigentes recuerdan que con unos lemas populistas y llenos de agravios hacia Bilbao y el nacionalismo Pablo Mosquera y los suyos lograron en 1994 cinco escaños en el Parlamento y ser la fuerza más votada en Vitoria y la segunda en Álava. Lo tiene muy presente el PP, para intentar repetir la jugada. El argumento ya no sería "nos quitan el agua de los pantanos", como clamaba en los noventa el partido foralista, sino "nos quitan la caja".
Lo tiene muy presente el PSE, que en 2007 espera desbancar definitivamente al PP como referente no nacionalista en Álava,para no regalarle esa baza. De momento, el PP ha fracasado al intentar colocar al frente de la plataforma Vital, Sí a personas con tirón. El abogado Pascual Jover, ex presidente de la entidad, y el ahora parlamentario Emilio Guevara, pese a manifestarse contra la fusión, rehusaron encabezarla.
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