El libro muestra la dignidad del individuo en situaciones límite

Las historias, las palabras que Los girasoles ciegos ha encerrado en 155 páginas, impresionaron a los amigos del autor y sorprendieron gratamente al editor. El profesor Carlos Piera, viejo amigo del escritor, considera que la obra trata "sobre la dignidad y es de una extraordinaria calidad literaria. No es un libro que se pueda escribir de un día para otro, sino que hay una labor de muchos años. Sobre la guerra se ha hablado mucho, sobre la posguerra se ha susurrado, y el escritor refleja con maestría a personajes normales que en situaciones excepcionales son capaces de mantener la cabeza alta. No hay que olvidar que España sufrió una tragedia que no ha tenido el duelo que requiere y que, entre otras cosas, no se ha sabido ver que lo que produjo es irreparable".

El escritor Juan Marsé, premio Nacional de Narrativa 2001, expresó su alegría por el galardón otorgado a Méndez porque lo considera de "justicia". "Su libro es espléndido y me siento muy próximo a sus mundos literarios", dijo.

Juan Antonio Méndez habla de su hermano y recuerda que tenía una preocupación constante "por dar voz a quienes no la tenían" y por narrar acontecimientos que nunca se habían contado.

Los girasoles ciegos le llegó a Jorge Herralde, editor de Anagrama, por su amistad con Alberto Méndez. "Le conocía desde 1969 y cuando me dijo que había escrito un libro y que quería que lo leyera temí lo peor. Sin embargo, ya cuando revisé las primeras páginas, me quedé impresionado. Me pareció fuera de serie, con una prosa inteligente y emocionante". Herralde puntualiza que, a pesar de que no suele ser habitual que una editorial publique una primera obra de un autor con más de 60 años, "era un riesgo que estaba dispuesto a asumir". Anagrama va a lanzar la séptima edición de Los girasoles ciegos, que lleva vendidos 15.000 ejemplares desde su publicación.