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La ONU investiga la huelga de hambre de 37 presos saharauis

Varios reclusos han sido hospitalizados tras perder el conocimiento en la cárcel de El Aaiún

Más de seis semanas de huelga de hambre y algunas hospitalizaciones tras perder el conocimiento han acabado por llamar la atención de la ONU. A mediados de semana, su portavoz, Stephane Dujarric, afirmó que la organización se interesaba por la suerte de la treintena de presos saharauis. La víspera, el ministro de Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, manifestó en Nueva York su "preocupación" por la salud de los reos ante su homólogo Mohamed Benaissa.

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El conflicto del Sáhara Occidental no es una prioridad para el secretario general de la ONU, Kofi Annan, que llegó a dejar vacante el puesto de enviado especial para la zona hasta que Moratinos le convenció, en julio, de que nombrase a alguien para el cargo.

Aun así, su portavoz declaró el miércoles que Louise Arbour, la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, estaba investigando el asunto en colaboración con la Minurso, el contingente de la ONU desplegado en el Sáhara. Éste carece, sin embargo, de competencias sobre los presos saharauis.

Hace tres meses, el secretario de Estado de Exteriores, Bernardino León, también anunció en Rabat que la Minurso elaboraría un informe sobre la revuelta de El Aaiún de finales de mayo, pero nunca recibió tal encargo.

A Moratinos le preocupa, por su parte, la salud de los huelguistas. La semana próxima se celebrará en Andalucía la primera reunión de jefes de Gobierno de Marruecos y España desde que el PSOE llegó al poder, y teme que la protesta de los saharauis independentistas enturbie la cita.

El 9 de agosto, varias decenas de presos saharauis -37, según la agencia de prensa del Frente Polisario- iniciaron una huelga de hambre en los tres penales Ukacha (Casablanca), Ait Mellio (Agadir) y la llamada Cárcel Negra (El Aaiún) por los que fueron repartidos. La mayoría han sido condenados por su participación en las manifestaciones, de mayo, en la capital sahariana.

¿Qué es lo que piden? La Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) explicó que exigían una mejora de sus condiciones de detención, un reagrupamiento en la Cárcel Negra de El Aaiún y una revisión de sus juicios.

"Sus reivindicaciones se resumen en solicitar el levantamiento de un supuesto embargo sobre el Sáhara y en obtener su inmediata liberación", aseguró, en una entrevista, el titular marroquí de Justicia, Mohamed Buzubaa. Son exigencias "inaceptables", concluyó.

En el entorno del ministro se precisa que no todos hacen huelga, empezando por el célebre Alí Salem Tamek, encarcelado en Agadir, al que los huelguistas consideran su líder. "Dejan de comer ante los funcionarios de prisiones, pero lo hacen a escondidas", sostiene un alto cargo. "De ahí que su estado sea delicado, pero no sea tan grave como lo sería tras 45 días de ayuno", añade.

Buzubaa reconoció, sin embargo, que algunos reos habían sido "llevados al hospital cuando su estado de salud lo requería". La AMDH precisó, hace una semana, que al menos 12 habían sido ingresados. Entre ellos figura Aminatu Haidar, una saharaui que un puñado de eurodiputados han presentado al premio Sajarov de derechos humanos.

La AMDH y otras tres asociaciones marroquíes de derechos humanos, incluida la moderada OMDH, afín al partido socialista, pidieron permiso para poder visitar a los huelguistas en la Cárcel Negra, pero les fue denegado.

"Marruecos no cederá a las presiones", repite el ministro Buzubaa refiriéndose a la avalancha de cartas enviadas a su ministerio por asociaciones marroquíes y, sobre todo, extranjeras. Pero Rabat tampoco quiere que muera ningún huelguista. De ahí que uno de ellos, Lahsen Zirikinat, cuya vida parecía estar en peligro, fuese puesto en libertad bajo palabra, según la AMDH.

Tercer robo en palacio

Una decena de personas fueron detenidas el jueves por la policía marroquí por su supuesta implicación en el robo, años atrás, de objetos procedentes de una residencia real privada de Rabat.

A principios de mes, 18 individuos, algunos de ellos empleados de la Casa Real; fueron inculpados en Marrakech por malversación de fondos y robo en el palacio de esa ciudad.

Hassan Zubairi, uno de los sospechosos, murió durante los interrogatorios en una comisaría a consecuencia de un "sofoco agudo", según la fiscalía, o de la tortura a la que se le sometió, según un semanario.

El año pasado también pasaron unos meses detrás de los barrotes el coronel Mustafá Hilali, regidor del palacio de Agadir, y varios cómplices.

Los objetos robados en Rabat consisten, entre otros, en vasos y garrafas de cristal con el monograma de Hassan II.

La policía registró, el jueves en Casablanca, la casa de Fadel Iraki, principal accionista de los semanarios de oposición Le Journal y As Sahifa , que reconoció haber comprado, hace años, 138 vasos y dos garrafas en un chamarilero.

Decenas de residencias de la burguesía de Casablanca y Rabat fueron registradas pero la agencia de prensa marroquí, MAP, sólo divulgó el nombre de un posible encubridor, el de Iraki.

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