Los abortos entre adolescentes han subido el 250% desde 1996

Las políticas de planificación familiar y educación sexual en la región "son insuficientes o no funcionan adecuadamente". Así lo admite un informe de la Consejería de Sanidad que alerta del aumento de abortos: 16.129 mujeres residentes en la región interrumpieron su embarazo en 2004, un 59% más que en 1998. El informe destaca que la subida se centra en los "colectivos más vulnerables": adolescentes de 15 a 19 años e inmigrantes. Éstas son el 17,4% de la población femenina en edad fértil, pero acumulan el 52% de los abortos. Entre las adolescentes, las interrupciones han crecido un 250% desde 1996.

La tasa de interrupción voluntaria del embarazo (IVE) no ha dejado de crecer en la región desde el año 1998, el último tenido en cuenta en el informe. Así, 7,25 de cada 1.000 mujeres en edad fértil abortaron ese año; 8,49 dos años más tarde; 10,85 en 2002 y 11,54 el año pasado. Este crecimiento, del 59%, se concentra principalmente en dos colectivos: las mujeres inmigrantes y las adolescentes menores de 19 años.

Todo ello, según el informe, "hace necesario replantearse las acciones encaminadas a disminuir las interrupciones voluntarias de embarazo, ya que las actuales o son insuficientes o no están diseñadas adecuadamente para incidir en los colectivos más vulnerables", concluyen los autores del estudio.

Éste destaca otro dato al que señala como revelador del fracaso de las políticas de prevención: el 61% de las mujeres españolas y el 75% de las inmigrantes que interrumpió su embarazo "no había acudido a un servicio sanitario para la utilización o control de métodos anticonceptivos en los dos años previos".

La tasa de abortos entre las mujeres inmigrantes multiplica por cinco a la de las españolas: un 34,4 por mil y un 6,8 por mil respectivamente. Esto significa que una de cada 30 mujeres inmigrantes que viven en la región abortó el año pasado.

Esta elevada incidencia en inmigrantes "hace pensar en las dificultades que los programas de prevención encuentran para adecuarse a las características socioculturales de este colectivo", concluye el informe, que recomienda adoptar "un enfoque socio-sanitario integrador para el desarrollo de estrategias preventivas".

Entre las adolescentes, el informe alerta del "incremento continuo de la tasa de abortos en menores de 20 años y la asunción por éstas de conductas sexuales de riesgo al inicio de las mismas". Por ello, los autores lanzan una "alerta sobre la necesidad de readecuar los programas de educación afectivo-sexual dirigidos a adolescentes que les proporcione la formación necesaria para obtener relaciones sexuales satisfactorias y seguras que eviten los abortos".

"Apoyo institucional"

Por último, las conclusiones reclaman "el apoyo institucional para el desarrollo de nuevas experiencias e iniciativas que acerquen la oferta sanitaria a los grupos más vulnerables"

Las 12 páginas del informe -realizado y publicado por la Dirección General de Salud Pública de Sanidad en el último número del Boletín Epidemiológico de la Comunidad de Madrid- apenas recogen un dato positivo: los abortos entre las mujeres españolas adultas, mayores de 25 años, han descendido un 6% en el último año.

Pese al importante crecimiento de abortos entre adolescentes, siguen siendo las mujeres entre 20 y 35 años las que más interrumpen su embarazo. Las que tienen entre 20 y 24 años acumulan el 26,1% de las interrupciones, seguidas de las que tienen entre 25 y 29 (25,6% del total) y las de 30 a 34 (19,8%).

Las adolescentes que tienen entre 15 y 19 años suponen el 10,4% de los abortos y un total de 52 chicas de 14 o menos años abortaron en 2004.

El perfil de mujer que interrumpe su embarazo es de una persona de entre 23 y 27 años, soltera, con estudios de segundo grado y que trabaja como asalariada. Estas tres últimas características las cumplen dos de cada tres mujeres que deciden abortar. Casi la mitad de ellas, un 47,8%, no tiene hijos, mientras una de cada cuatro tiene uno, un 18,2% tiene dos y un 8,7% tiene tres o más.

Dos tercios de la mujeres no habían interrumpido un embarazo anteriormente, mientras un 23,3% lo había hecho una vez, un 6,8% dos y un 3,3% había pasado por tres o más abortos.

En total, los centros sanitarios realizaron el año pasado 19.438 abortos, pero el estudio no tiene en cuenta a 3.309 abortos (un 17%), porque éstos fueron realizados a mujeres de otras comunidades o países.

La gran mayoría de los abortos, un 97,3%, fueron realizados en clínicas privadas, aunque uno de cada cinco fue financiado por la sanidad pública. Un 80,2% de las mujeres pagaron de su bolsillo el coste de la interrupción.

Peligro para la embarazada

Un 97,8% de los abortos fue realizado por "el peligro para la salud de la embarazada". Éste es el primero de los tres supuestos por los que fue despenalizada la interrupción del embarazo en España con la Ley Orgánica 9/1985. Esta norma autoriza el aborto cuando "evita un grave peligro para la vida o la salud física o psíquica de la embarazada".

El segundo supuesto autoriza el aborto cuando el embarazo fue "consecuencia de un hecho constitutivo de violación, previamente denunciado". Según el informe, cuatro interrupciones del embarazo llevadas a cabo en la región en 2004 se debieron a este motivo. El tercer y último supuesto autorizado por la ley es la "presunción de graves taras físicas o psíquicas en el feto", lo que justificó 263 interrupciones del embarazo. En otros otros 87 abortos coincidían los peligros de taras en el feto y el riesgo para la salud de la madre.

La investigación también pone de manifiesto los municipios en los que las tasas de IVE son mayores y menores, aunque en este caso utiliza datos correspondientes a los años 2003 y anteriores. Madrid y Torrejón de Ardoz, con unas tasas de 13,14 y 11,96 abortos por mil mujeres en edad fértil, son los dos municipios que superan la media regional, que fue de 11,02 casos por mil.

Getafe, con 7,10 por mil; Alcorcón, 8,01; Fuenlabrada, 8,36; y Leganés, 8,43, son por el contrario los municipios con menores tasas de aborto entre sus habitantes en edad fértil.