Usabiaga echa en falta un manifiesto del Gobierno como el que dio paso a la tregua del IRA

El secretario general de LAB y uno de los hombres clave en el mundo abertzale para el proceso de paz, Rafael Díez Usabiaga, aseguró ayer en una entrevista en el diario Gara que "toda la izquierda abertzale" -lo que incluye a Batasuna y ETA- "ha dicho que está dispuesta a adoptar decisiones y a ser más flexible" en el proceso de paz. Pero también indicó que hace falta un catalizador en estos momentos por parte del Gobierno español -como lo fue en el cese del terrorismo del IRA irlandés la Declaración de Downing Street, de 1993- que sirva de "abrelatas del proceso" y que se cree la mesa de partidos.

Díez Usabiaga, que hace hoy una semana quedó en libertad tras declarar ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska bajo la imputación de integración en banda armada, señaló que el momento actual es de los "preliminares de un proceso de diálogo y negociación política que tiene que estar bien anclado".

Y, en referencia al PSOE, señala que ya le han indicado que no es compatible hacer gestos para abordar la solución del conflicto, con situaciones que "minan el proceso con un plan B". "El PSOE, si quiere tener credibilidad, debe neutralizar lo hecho anteriormente junto al PP", en alusión a la Ley de Partidos, los procesos judiciales o el Pacto Antiterrorista.

El líder de LAB, la única organización legal que le queda a la izquierda abertzale, añade que una vez que se creen "instrumentos de diálogo y negociación estables" es posible entrar en un "contexto de cierta irreversibilidad y que afecte a todas las partes en conflicto". Díez evitó entrar en la especulación sobre una e tregua de ETA "como algunos líderes políticos y medios", a los que acusó de frivolizar y advirtió de que en este proceso "habrá intentos continuos de sabotaje y manipulación".

Díez envió también un mensaje al PNV. "Nos estamos encontrando con posiciones en el PNV que dan la impresión que quieren compaginar un proceso de paz y normalización política con un proceso de reforma estatutaria. Mezclar ambas cuestiones puede ser peligroso" para el proceso de paz.