La gala inaugural evoca la obra inmortal de Alfred Hitchcock
La viuda de Robert Wise, fallecido el miércoles, abandonó ayer de madrugada el festival
La 53ª edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián arrancó anoche con el paso firme de una espectacular Anjelica Huston, presidenta del jurado, y sobre un escenario que evocaba las películas de Alfred Hitchcock. El director británico es la imagen que ha elegido este año el festival. Hitchcock, según ha explicado el director artístico de la ceremonia, Juanra Martín, rodó 53 películas y además este año se celebra el 25º aniversario de su muerte. Casualidades suficientes para convertir al director de Los pájaros en la imagen no sólo de la gala inaugural (retransmitida anoche en diferido por La 2) y la de clausura, sino de las centenares de bolsas y catálogos que ayer circulaban por la ciudad.
Se emitió un vídeo grabado hace unas semanas en la casa de Robert Wise
La muerte del cineasta Robert Wise, en la víspera a la inauguración, obligó a modificar el guión de la ceremonia de anoche. Aunque el miércoles el festival no quiso confirmar oficialmente que el homenajeado de este año había fallecido en Los Ángeles a los 91 años, el rumor se extendió pocas horas después de que su mujer, Millicent Wise, recibiera la noticia en el hotel María Cristina. Allí se encerró con su hija y sólo salió para cenar. La viuda del cineasta había viajado a San Sebastián en nombre de su marido (que fue presidente del jurado en 1994) para participar en la gala de anoche, pero a las cinco de la madrugada de ayer abandonaba el hotel María Cristina y regresaba a su casa.
En la gala inaugural, como estaba previsto, se emitió un vídeo grabado hace unas semanas en la casa californiana del director de Sonrisas y lágrimas y West side story. "Recuerdo con mucho cariño ese festival, me divertí mucho en él y me gustaría volver algún algún día". Inevitablemente, sus palabras adquirieron ayer un amargo protagonismo.
La gala, a cargo de la actriz Rosa María Sardá (como siempre una brillante maestra de ceremonias) y la presentadora Edurne Ormazábal, recordó la obra de Wise, uno de los primeros cineastas estadounidenses que se atrevió a denunciar el racismo o la pena de muerte. Su película ¡Quiero vivir!, que se estrenó en 1958 y que narraba el caso real de la ejecución de Barbara Graham, es un claro precedente de Pena de muerte, de Tim Robbins. Wise, cuya primera vocación fue la de periodista, incluso asistió a una ejecución en San Quintín para documentarse para su película. La atroz experiencia le afirmó aún más en sus convicciones. Como recuerda Ricardo Aldarondo en el libro que el festival le dedica, Robert Wise nunca hizo un cine "premeditadamente vanguardista o rompedor, pero eso no quiere decir que no haya experimentado, asumido riesgos y buscado nuevos horizontes para su cine. Su voluntad siempre ha sido contar lo mejor posible una historia".
Mientras frente al Kursaal se formaron las primeras colas de aficionados al cine, los invitados empezaron a aterrizar en la ciudad. El siempre inquietante Abel Ferrara (a quien también se le dedica una retrospectiva) o el actor estadounidense Cuba Gooding Jr. (ganador de un Oscar por Jerry McGuire y que en San Sebastián presentará Shadowboxer) se cruzaron con miembros del jurado como el italiano Enrico lo Verso (actor de películas como Lamerica o Cosi ridevano), el director artístico Dean Tavoularis (creador, entre otras, de las escenografías de Apocalypse now o Corazonada) o la cineasta danesa Lone Scherfig, adscrita al movimiento Dogma 95 y directora de películas como Italiano para principiantes o Wilbur se quiere suicidar.
Sobre el escenario, la actriz argentina Marilina Ross (la mítica La Raulito) presentó el ciclo Rebeldes e insumisas, que pretende ofrecer un panorama del cine inspirado en la evolución social de la mujer. Documentales, películas experimentales y clásicos como la demoledora ironía de Mae West en Every day's a holiday, la independencia de Katharine Hepburn en Una mujer se rebela, el trágico retrato de Gena Rowlands de una solitaria pistolera en Gloria o la historia de amistad y amor entre mujeres de Tomates verdes fritos.
La gala se cerró con el equipo de Obaba, la película de Montxo Armendáriz que anoche abrió en la pantalla del Kursaal el concurso, sobre un escenario lleno de sutiles y abstractas referencias al llamado "maestro del suspense".
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