España se sitúa a la cabeza de la OCDE en jóvenes que no superan el bachillerato
El gasto anual por alumno está un 18% por debajo de la media de los países desarrollados
España se encuentra a la cola de los países desarrollados por el nivel de estudios de sus alumnos. El 33% no supera el bachillerato, frente al 21% de los estudiantes que sí lo hace en el conjunto de la OCDE. España es además el único país donde los universitarios no incrementan sus probabilidades de encontrar trabajo como sucede en el resto de la OCDE. Todos estos países coinciden, sin embargo, en la discriminación laboral por sexo. Aunque ya hay más mujeres universitarias (57%) que hombres, éstas siguen cobrando sueldos inferiores a los de sus compañeros.
El informe anual de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Education at a Glance 2005 (Una mirada a la Educación 2005), presentado ayer, refleja que cada vez son más los jóvenes que prolongan su etapa estudiantil en el conjunto de estos países. Si actualmente la media de permanencia en el sistema educativo en el conjunto de la OCDE es de 12 años (los necesarios para completar el bachillerato), el informe prevé que los niños que ahora tienen siete años estudiarán entre 16 y 21 años. España, sin embargo, anda retrasada. Actualmente, los jóvenes españoles prolongan sus estudios durante 10,5 años. Un 33% de los alumnos españoles abandonan los estudios tras la ESO, sólo por delante de República Eslovaca, Turquía y México. Este porcentaje contrasta con el de países como Alemania y Grecia, donde sólo lo hace el 3%, o Francia, el 18%.
España es, además, el único país donde los estudiantes no incrementan sus probabilidades de encontrar trabajo cuando están en posesión de un título universitario, tal y como sucede en el resto de la OCDE. El jefe de la división de análisis de Educación de esta organización, Andreas Schleicher, explicó que esto se debe a "la masificación que existe en las universidades españolas, que determina que muchos jóvenes con estudios superiores no encuentren un empleo adecuado a su nivel de conocimiento".
Entre los datos más significativos del informe -un denso volumen de 435 páginas y cientos de gráficos y tablas-, destacan los siguientes:
- Gasto educativo. España gasta anualmente por alumno (desde primaria a universidad) 4.900 euros, casi la mitad que Suiza y EE UU (9.400 euros) y lejos de la media de la OCDE (6.100 euros).
En cualquer caso, España se encuentra, junto con Australia, Grecia, Irlanda, Holanda, Polonia, Portugal y Turquía, entre los países que han aumentado un 30% su gasto por estudiante no universitario entre 1995 y 2002. En otros países este gasto ha crecido un 10%, mientras que en Suecia ha caído significativamente. En estos años, también España ha incrementado un tercio el gasto por universitario. Aún así, con un gasto en Educación del 4,9% del PIB, está lejos de alcanzar la media de la OCDE, con un 6%.
- Becas a universitarios. La ayuda que reciben los alumnos españoles está muy lejos de la que se ofrece al resto de estudiantes de la OCDE. Mientras que en España los alumnos reciben en becas un 8% del total del gasto educativo público, en la OCDE es casi el doble (un 17%).
- Sueldo de los docentes. El informe constata enormes diferencias en las condiciones laborales de los profesores de los países de la OCDE. Los sueldos de los docentes españoles de ESO, con más de 15 años de experiencia, se encuentran (con casi 32.600 euros), a caballo entre los más de 65.200 euros que ganan los de Luxemburgo y los menos de 6.500 euros que reciben los de la República Checa.
En cuanto a las horas que dedican a la enseñanza, también existen grandes desigualdades. Los profesores españoles son de los que menos tiempo dedican (casi 600 horas), sólo por delante de Corea, Hungría y Japón, y lejos de las 1.100 horas que trabajan los docentes estadounidenses.
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