Un millón de alumnos empiezan el curso entre críticas a la masificación

El retraso en la finalización de obras de mejora o ampliación, en algunos casos por las lluvias de los últimos días, impidió ayer el inicio de las clases en nueve centros escolares. Fue la principal incidencia en un inicio del curso para un 1,1 millón de alumnos, marcado por la "normalidad, según el Departamento de Educación. Los sindicatos no comparten "el entusiasmo" con el que la consejera, Marta Cid, evaluó la jornada y critican "el exceso" de barracones y la "masificación" en las aulas. En ellas se repitieron las habituales imágenes de lloros entre los más pequeños y el entusiamo de los más veteranos.

La consejera de Educación, Marta Cid, destaca la normalidad como nota dominante del arranque del curso

En Barcelona, el tráfico se incrementó entre el 5% y el 8% y se registraron aglomeraciones en la Bonanova y en Francesc Macià

El Departamento de Educación aseguró que las nueve escuelas que ayer no pudieron iniciar las clases porque todavía estaban en obras -entre ellas los institutos de Sant Andreu de Barcelona y el de La Bisbal d'Empordà, y el centro de infantil y primaria Garigot, de Castelldefels- "abrieron sus puertas para atender a los alumnos". Las clases en estos centros, según aseguró la consejera, Marta Cid, empezarán entre hoy y mañana.

Aunque por razones distintas, otra escuela, la de Vilanova de Segrià (Segrià) tampoco inició ayer las clases. Un total de 16 familias se negaron a llevar a sus hijos a esta escuela para protestar por la presencia de un profesor con fama de conflictivo, informa Lluís Visa. El director de los Servicios Territoriales de Eduación en Lleida, Carles Vega, expresó ayer su confianza en que el conflicto pueda resolverse esta misma semana. El profesor, a quien se le ha ofrecido la posibilidad de trasladarse a otro centro, se niega de momento a abandonar la plaza de Vilanova de Segrià.

También hubo problemas en Camp-Redó (Baix Ebre), donde los 74 alumnos del CEIP Port Rodó y sus padres se manifestaron e interrumpieron por más de 20 minutos la vía de acceso al centro para reivindicar mejoras.

A pesar de estas incidencias, la consejera de Educación, Marta Cid, destacó la "normalidad" como nota dominante del inicio del nuevo curso y reiteró, ante las críticas que han lanzado en los últimos días los sindicatos, que no existe masificación en las aulas, a pesar de que, admitió, "algunos centros están llenos y al límite".

"Exceso de optimismo"

Los sindicatos, como han hecho en vísperas del inicio del curso, acusaron ayer a la consejera de demostrar un "exceso de optimismo" y le reprocharon el incremento del número de alumnos que este curso empiezan las clases en barracones. Un total de 21.000 estudiantes, sobre 1.100.000 que ayer empezaron las clases, estudiarán este curso en aulas prefabricadas.

El inicio del curso escolar tuvo sus repercusiones sobre el tráfico, que aumentó en las ciudades, aunque sin provocar grandes incidencias. En Barcelona, según el Ayuntamiento y la Guardia Urbana, el tráfico se incrementó entre el 5% y el 8% con respecto a un lunes de vacaciones. La mayor densidad circulatoria se registró entre las 8.00 y las 14.00 horas, entre la plaza de Francesc Macià y la salida de Barcelona, y en la calle de la Bonanova.

Como en años anteriores, el Departamento de Educación inicia un nuevo curso con el reto de integrar a los alumnos de origen inmigrante, para los que se han implantado 300 nuevas aulas de acogida.

Uno de los colegios con más diversidad cultural de Cataluña es el Centro de Educación Infantil y Primaria Milà i Fontanals de Barcelona, donde ayer iniciaron las clases 400 alumnos. "Comenzamos el curso tan bien preparados como siempre, pues llevamos más de seis años tratando en aulas de acogida a aquellos que no sepan ni catalán ni castellano, o provengan de sistemas educativos diferentes al nuestro", afirmaba ayer Marià Gasset, el director. El centro tiene sus propios planes de integración: "Este año seguiremos con nuestra tarea integradora a través del teatro, la Coral Infantil de Ciutat Vella y el proyecto internacional MUSE de creación musical, patrocinado por Yehud Menuhin".