2.500 millones de personas sobreviven con menos de dos euros al día
El 'Informe sobre desarrollo humano' sitúa a Noruega en cabeza del mundo y a Níger en la cola
El Programa para el Desarrollo de Naciones Unidas (PNUD) presentó ayer su informe anual sobre desarrollo humano. El demoledor estudio revela que 18 de los países más pobres (con 460 millones de habitantes) han empeorado su nivel de vida respecto a 1990. Doce de estas naciones están ubicadas en el África subsahariana (donde se ha sentido el mazazo del sida) y el resto en el área de la extinta Unión Soviética. Pero los problemas del mundo no se agotan ahí. El estudio muestra que 2.500 millones de personas sobreviven con menos de dos euros al día, es decir, el 40% de la población mundial sólo logra el 5% de los ingresos, mientras el 10% más rico tiene un 54%. Esta desigualdad planetaria queda reflejada en un simple cálculo: "Bajo el supuesto (conservador) de que las 500 personas más ricas (...)tienen un ingreso superior al 5% de sus activos, su ingreso es más alto que el de los 416 millones de personas más pobres". Si esos 416 millones ganan una media de medio euro al día, se puede calcular que las 500 personas más ricas ingresan una media de 212 millones de euros al año.
El informe se adelanta significativamente a la cumbre que el próximo lunes abre la ONU en Nueva York para evaluar el cumplimiento de los Objetivos del Milenio (ODM), metas que los países se fijaron en 2000 para cambiar radicalmente el mundo en 15 años. Las negociaciones del borrador de la cumbre sufren la presión de Estados Unidos para eliminar toda referencia a los ODM.
El historial del desarrollo humano desde 1990 arroja, según el PNUD, brutales contrastes. Se ha avanzado en que 130 millones de personas han salido de la extrema pobreza (un euro al día), hay dos millones menos de muertes infantiles al año, 20 millones de niños más acuden a la escuela, y 1.200 millones de personas tienen acceso a agua potable. Pero los retrocesos hacen peligrar los objetivos: 10 millones de niños fallecen al año por enfermedades evitables (el 44% es africano); 115 millones de menores siguen sin escolarizar; falta agua potable para 1.000 millones de personas, y 2.600 no tienen acceso a saneamiento. El coste humano de no cumplir los objetivos significaría 4,4 millones de muertes infantiles adicionales (tres veces el número de menores de cinco años que viven en Londres, Nueva York y Tokio), 380 millones de personas más que sólo tendrán un euro para llegar al día siguiente, y 47 millones de niños, en especial niñas, que no irán a la escuela.
"Los Objetivos del Milenio son un pagaré, firmado por 189 Gobiernos para los pobres del mundo. Vence dentro de 10 años, y sin la inversión y la voluntad política necesarias, se nos devolverá", dice Kevin Watkins, autor del informe. "El mundo tiene el conocimiento, los recursos y la tecnología para terminar con la extrema pobreza, pero el tiempo se está acabando", señala el Administrador del PNUD, Kemal Dervis. La conclusión es que la situación sólo podrá enderezarse si la ayuda internacional aumenta sin paliativos.
El informe establece una clasificación de 175 países según el Índice de Desarrollo Humano, que reúne datos sobre ingresos económicos, educación y salud: Noruega es líder, y el furgón de cola lo ocupa Níger. España está en el puesto 21.
Cooperación: Normas comerciales injustas
"Mientras los Gobiernos de los países ricos reconocen públicamente la importancia de la ayuda, sus acciones hasta la fecha no han respaldado sus palabras", constata el informe. Los países ricos aportan hoy una media del 0,25% del PIB para cooperación con el mundo pobre, menos de lo que daban en 1990. Ése era aproximadamente el porcentaje de España en 2004, y el Gobierno de Zapatero ha prometido doblarlo para 2008, con lo que alcanzaría el compromiso de la comunidad internacional de destinar el 0,51% antes de 2010.
El principal reto se centra en el África subsahariana, donde será necesario duplicar la ayuda en los próximos cinco años. El informe afirma que 1.000 millones de personas podrían "superar el umbral de pobreza extrema de un euro al año con una ayuda de 240.000 millones de euros, lo que representa el 1,6% del ingreso del 10% más rico de la población mundial".
Más que el mero crecimiento económico, el informe insiste en que la ayuda mejore la prestación de servicios básicos. La ayuda debe implicar un cambio en las reglas del comercio. Hoy los países ricos practican el proteccionismo de sus propios mercados, en especial en el sector agrario, e impiden que los países pobres accedan a los mercados del mundo desarrollado. Sobre el funcionamiento de la Organización Mundial de Comercio (OMC), cuya cumbre el próximo diciembre en Hong Kong es vista como decisiva por los países pobres y por las ONG, el informe es tajante: "Normas más justas en el comercio internacional podrían crear un fuerte impulso para la consecución de los ODM". Así, el PNUD pide "una prohibición obligatoria de todos los subsidios directos a las exportaciones a más tardar en 2007".
Índice de desarrollo humano: España mejora, pero desciende
El índice de desarrollo humano, basado en la esperanza de vida, logros educacionales e ingresos reales ajustados, viene calculándose desde 1990 y mide el bienestar real de un país. Noruega, en esta edición, es líder mundial, con un índice de 0,963%, y la cola la ocupa Níger, con 0,281.
España figura en el grupo de cabeza, en el puesto 21º, con un 0,928%, si bien ha descendido un lugar, como ya ocurrió el pasado año. Pero es un retroceso sólo en la clasificación, puesto que desde 2000 su índice de desarrollo humano va avanzando: en 2002, cuando ocupó su puesto más alto (el 19º), fue del 0,922%.
Este año, en personas pobres España ocupa el puesto 11º, con un 11,6%. Países como Japón, EE UU, Australia, Bélgica, Irlanda, Reino Unido o Italia tienen mayores porcentajes de pobreza. Sin embargo, en desempleo España es la tercera con más paro (11,3% de la población activa) entre los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), detrás de Polonia y Eslovaquia. En igualdad entre los sexos, España ocupa el puesto 15º. En porcentaje de mujeres con cargos en el Gobierno, está justo en el 50%, y sólo la supera en el mundo Suecia, con el 52,4%.
Fuera del universo rico, el panorama es devastador. El hambre absoluta ha bajado desde 1990, pero el PNUD calcula que aún hay más de 850 millones de personas que pasan hambre cada día, y uno de cada tres niños vive atrapado por la malnutrición. El informe constata que "si bien vivimos en un mundo donde los derechos universales proclaman que los seres humanos tienen el mismo valor, el lugar donde se ha nacido determina las oportunidades".
Población: Zimbabue, una esperanza de vida de 36 años
La esperanza de vida media en el mundo es de 67,1 años, mientras que en 1975 era de 59,9. En los países en desarrollo era de 55 años en 1990, y hoy alcanza los 65. Sin embargo, el informe del PNUD constata que ese progreso esconde importantes asimetrías. En España es actualmente de 79,5 años (el año pasado era de 79,2). En Japón alcanza los 82 años, en Hong Kong los 81,6, en Islandia los 80,7 y en Suiza los 80,5. Pero por ejemplo en Zambia un pequeño "tiene menos posibilidades de sobrevivir más allá de los 30 años que un niño que nacía en Inglaterra en 1840". Zambia ha visto disminuir la esperanza de vida en 14 años desde mediados de los años ochenta, hasta situarse en 38 años. El sida ha sido un factor determinante en ese retroceso en el África subsahariana, hasta el punto de que países como Suazilandia la esperanza de vida no supera los 32 años. En Zimbabue es de 36.
Además de en África subsahariana, la esperanza de vida también se ha reducido en otras regiones. En el mundo industrializado, el ejemplo de Rusia es el más alarmante: ha pasado de los 70 años a los 65. Se ha producido una gran mortalidad masculina, de forma que la esperanza de vida para las rusas ha quedado en 72 años, pero para los hombres sólo es de 59. "Si se hubiese mantenido el índice normal de mortalidad", indica el informe, "en Rusia vivirían siete millones más de hombres". Las posibles causas de esta situación son el aumento de patologías cardiovasculares y de las enfermedades infecciosas, en especial de la tuberculosis y el sida, según el informe. También las tasas de homicidios y suicidios son más altas respecto a los estándares de los países industrializados, y se vinculan con el "excesivo consumo de alcohol".
El informe señala el aumento de la población mundial, que ha pasado de 4.068 millones de habitantes en 1975 a 6.035 millones en 2003. Para 2015 se prevén 7.000 millones de personas en el mundo (el ritmo de crecimiento demográfico se ha reducido). También alerta del creciente envejecimiento, debido al descenso de los nacimientos y a la mayor longevidad.
Mortalidad infantil: Cada tres segundos muere un niño
"La supervivencia de los niños es uno de los indicadores más sensibles del bienestar humano, la riqueza comparativa de las naciones y la eficacia de las políticas públicas", expone el informe del PNUD. Destaca el elevado número de muertes infantiles, un problema que lleva camino de merecer la consideración de "emergencia de salud internacional". Una de cada cinco personas que perdieron la vida en el mundo en 2002 (57 millones) era un niño menor de cinco años. Cada tres segundos murió uno. Cuatro millones de pequeños fallecieron en su primer mes de vida, el llamado periodo neonatal, y de ellos tres cuartas partes perdieron la vida en su primera semana. Casi todas esas víctimas habían nacido en países pobres.
En el conjunto del planeta, las muertes infantiles disminuyen, pero el ritmo de ese descenso se va aminorando. De 1990 a 2003, las tasas de mortalidad infantil bajaron un tercio menos que en los años ochenta. Y la mortalidad neonatal se está reduciendo mucho más despacio que la infantil.
África, una vez más, es el ejemplo más trágico, sobre todo por la incidencia del sida y de otras enfermedades como la malaria o la tuberculosis, pero también de patologías diarreicas o respiratorias agudas, sin olvidar las consecuencias de la malnutrición. En los años ochenta del siglo pasado, la tasa de mortalidad infantil era en África 12 veces mayor que en los países ricos, pero ahora es 29 veces más alta.
Pero no todas las malas noticias son africanas. En los gigantes demográficos China (1.288 millones de habitantes) e India (1.079 millones), cuyo índice de crecimiento del PIB fue respectivamente en 2003 del 9,1% y del 6,9% según el Banco Mundial, la incidencia de la mortalidad neonatal es mucho mayor que en Vietnam u Honduras. "Esos hechos demuestran que el crecimiento económico no es un camino garantizado hacia un ritmo más acelerado de reducción de la mortalidad infantil", señala el informe. El PNUD reitera que "la mayoría de las muertes infantiles son evitables". Advierte de que "no se aplican intervenciones eficientes, de bajo coste y bajo nivel tecnológico, y no se abordan las causas estructurales de la pobreza y la desigualdad".
Guerras: Diez veces más gasto en armas que en ayuda
La erradicación de la pobreza se hace más difícil en el mundo de hoy por la proliferación de conflictos armados, muchos de ellos casi endémicos. En el siglo XX perdieron la vida en guerras 109 millones de personas, tres veces más que en los cuatro siglos anteriores. El 90% de las víctimas de guerras y enfrentamientos armados son hoy civiles, en especial mujeres y niños: las guerras se hacen expresamente contra la población civil, para incrementar el terror.
Por cada euro invertido en ayuda, indica el informe del PNUD, los países destinan 10 a presupuesto militar. Los Gobiernos del G-7 (países más industrializados) dedican al menos cuatro veces más a gastos militares que a ayuda humanitaria. Estados Unidos invierte hasta 25 veces más.
Entre 1990 y 2003, más de la mitad de los países que sufrieron conflictos violentos eran pobres. Hoy el 40% de esos conflictos tienen como escenario África. Nueve de los 10 países con peor índice de desarrollo humano experimentaron contiendas armadas en los últimos 15 años. En esa situación estuvieron 7 de los 10 países con menor esperanza de vida.
Aunque su número se ha reducido, las guerras tienden a ser más prolongadas. En los países pobres suelen ser guerras civiles. Los conflictos causan una sangría humana y desastres en todos los órdenes sociales. Provocan el aumento de pobres y marginados. Se trastornan las redes comerciales y las personas quedan aisladas de los mercados. Se expande el sida. La gente pierde acceso a terrenos cultivables o ganado (sobre todo por la proliferación de minas antipersona) y a la posibilidad de comprar semillas. El informe destaca la necesidad de que la comunidad internacional controle el comercio de armas ligeras, que causan una muerte por minuto (500.000 al año).
Educación 110 millones de menores sin escolarizar
Uno de los Objetivos del Milenio más consensuados es conseguir la educación primaria universal en 2015, pero el informe del PNUD pronostica que, si se mantienen las tendencias actuales, para lograrlo habrá de pasar al menos otra década más. Hoy existen 110 millones de niños sin escolarizar en los países pobres, y en 2015 no bajarán de los 47 millones, 19 de ellos en el África subsahariana. El trabajo afirma que la escolarización retrocede en 43 países y que algunos de ellos podrían verse forzados a retrasar el cumplimiento de esta meta hasta 2040. Por ejemplo, el 48,1% de la población de Haití es analfabeta. En Guatemala, el porcentaje alcanza el 30%.
El problema resulta aún más grave en el caso de las niñas. Muchas familias deciden no escolarizarlas o las retiran tempranamente de las clases para prometerlas en matrimonio. Además, ellas son las encargadas de cuidar de los hermanos menores. Ahora, 20 millones de niñas no acuden a la escuela. En 2015, el problema persistirá: habrá sin escolarizar seis millones más de niñas que de niños. En el África subsahariana, se estima que en 2015 habrá un déficit de 3,8 millones de niñas en la escuela; en Latinoamérica y el Caribe, será de 1,1 millones; en el este de Asia y el Pacífico 0,7 millones; en los países árabes 0,5 millones.
El asunto tiene más repercusiones negativas para la sociedad que las meramente relacionadas con la falta de asistencia a clase de las niñas. La persistencia de esa discriminación escolar ilumina aspectos más amplios de la desigualdad entre hombres y mujeres "muy arraigados en actitudes y prácticas culturales que menoscaban el valor de la educación de las niñas".
"Las mujeres pobres tienen menos probabilidades de recibir educación y atención prenatal, y sus hijos menos de sobrevivir al nacer y de completar la escolaridad, lo cual perpetúa el círculo de privaciones de una generación a otra", dice el informe. Los datos sobre mujeres de países pobres que completaron su escolaridad indican que tienden a gestionar directamente la salud e instrucción de su familia.
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