Mohamed VI cancela la Fiesta del Cordero ante la prolongada sequía y la escasez de ganado

A pocos días del inicio del Ramadán, el mes sagrado de ayuno y oración, Marruecos se enfrenta este año a la cancelación de una de las festividades más simbólicas e identitarias, el ritual islámico del sacrificio de un cordero en cada hogar. En su calidad de líder religioso de su pueblo y comendador de los creyentes, el rey Mohamed VI ha exhortado a los marroquíes a no celebrar el ritual del Aid el Adha o Fiesta del Cordero este año “en razón de las dificultades actuales”, debidas a “los desafíos climáticos y económicos que han provocado una disminución sustancial de la cabaña de ganado”, según un comunicado difundido en la noche de este miércoles por el ministro de Asuntos Islámicos, Ahmed Tufiq. El monarca indicó que la celebración de esta fiesta en estas condiciones “es probable que perjudique a grandes sectores de la población (...) con ingresos limitados”.

La última vez que se anuló esta fiesta en Marruecos fue en 1996 cuando el rey Hassan II lo ordenó a causa de la sequía. La medida ha sido adoptada ahora también tras seis años de extrema sequía en el país magrebí que han dejado las reservas de los embalses en un nivel medio situado por debajo del 30% de su capacidad y con unas precipitaciones recogidas el año pasado inferiores en un 53% a la media de las tres últimas décadas. El ritual, que conmemora la voluntad de Ibrahim (Abraham) de sacrificar a su hijo Ismael (Isaac, en la Biblia) por obediencia a Dios, consiste en el sacrificio de un animal, generalmente una oveja, cabra o vaca, cuya carne se comparte con familiares, amigos y personas necesitadas.

El Aid el Adha, inicialmente previsto este año para el 6 de junio, se celebra 70 días después del Aid el Fitr, festividad que marca el final del ayuno de Ramadán. El Gobierno ha esperado a efectuar un censo de la cabaña nacional antes de que se adoptara la medida, según advirtió a comienzos de febrero el ministro de Agricultura, Ahmed el Buari. Su departamento ha constatado una reducción del 38% en comparación con 2016, año del último censo agrícola. Buari destacó que el sector atraviesa un momento de escasez aguda, afectando directamente la producción de carne. Mientras hace una década se sacrificaban 230.000 cabezas al año, ahora se estima que esa cifra oscila entre 130.000 y 150.000.

El titular de la cartera de Presupuestos, Fuzi Lekjaa, ha hecho un llamamiento a reducir el consumo de carne y a limitar el envío de corderos al matadero para favorecer una recuperación de la cabaña nacional y el reequilibrio de los precios en las carnicerías. “La importación de carne es una medida temporal. La estabilidad de la demanda ante una caída de la oferta (...) exige trabajar para reforzar la oferta local deteniendo el sacrificio de ovinos”, añadió Lekjaa, citado por el portal digital Bladi.

Marruecos había suscrito un protocolo para importar 100.000 cabezas de cordero desde Australia, donde una misión de técnicos del Ministerio de Agricultura y de importadores de carne se ha desplazado para firmar en Perth un acuerdo, según informó el periódico Al Ahdath Al Maghribia. El año pasado Marruecos importó decenas de miles de corderos adquiridos en España y Bulgaria.