_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Merkel pierde y gana

Gerhard Schröder ganó a Angela Merkel el único duelo televisado de la campaña electoral. Pero las encuestas apuntan que, tras el 18 de septiembre, Alemania tendrá su primera mujer, y del antiguo Este, al frente de la cancillería. ¿En coalición con quién? Es lo que está por ver. Lo único demoscópicamente claro es que la alianza entre la socialdemocracia y los ecopacifistas se encuentra al final de sus siete años de vida.

A pesar de lo negro de estos augurios, los líderes de esta coalición, Schröder y el ministro de Exteriores, Joschka Fischer, se agarran al clavo ardiente de que todavía hay un tercio de indecisos y de que la carrera se decidirá en los últimos metros. Todo esto huele a optimismo táctico, pero en las anteriores elecciones generales, en septiembre de 2002, esta coalición también llegó derrotada a la recta final y en las urnas se impuso por 6.027 votos que el SPD sacó a la democracia cristiana (CDU/CSU) sobre un censo de casi 62 millones de votantes. Entonces, las inundaciones catastróficas en el este de Alemania y el belicismo de Bush ante Irak sacaron del brete a la coalición de centro-izquierda. Ahora, el SPD y Los Verdes sólo cuentan con el carisma de sus dos líderes y los posibles errores de Merkel.

La ventaja personal de Schröder sobre Merkel se diluye ante el fracaso de los siete años de Gobierno y la falta de perspectivas de la economía -cinco millones de parados- para un futuro que se presenta oscuro, a pesar del lema de su campaña -"Confianza en Alemania"- y de las exportaciones. En la campaña, el SPD y Los Verdes se han limitado hasta ahora a alabar su propia gestión e intentar poner de manifiesto que los recortes sociales serían mucho más duros e insoportables con un Gobierno de centro-derecha de democristianos y liberales (FDP)

. Schröder tiene, además, un flanco abierto por su otro costado por el Partido de la Izquierda, integrado por el renegado Oskar Lafontaine y los poscomunistas del Este. Merkel viene del desencantado Este, pero se ha esfozado por no parecerlo. Es una de las paradojas del juego de espejos de estos comicios.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_