La Pasarela Cibeles propone un verano colorista

La 42ª edición de la Pasarela Cibeles de Madrid comienza hoy en los recintos de Ifema (Feria de Madrid) con incorporaciones sorpresa y la visión de un sector que se mueve entre el descenso de las ventas, el reflejo, entre otros factores, del aumento del precio del petróleo y la concentración empresarial. Las tendencias también se mueven en un escalonado proceso de cambios y de respuestas estéticas significativas, desde el largo de los vestidos al control de la explosión colorista. El blanco estará muy presente en lo que llegará a las tiendas en la primavera-verano de 2006. La economía sostenida, los valores y la conciencia ecológicos tocan seriamente a las puertas de la industria.

Un total de 23 desfiles y 27 diseñadores que comienzan hoy la oferta de propuestas con Francis Montesinos, Ángel Schlesser, Ágatha Ruiz de la Prada, Elio Berhanyer, Devota & Lomba y Javier Larrainzar; mañana, martes, abre Ailanto y le siguen Roberto Torretta, Juan Duyos, Miguel Palacio, Jesús del Pozo y Antonio Pernas, que hace su primera aparición después de la absorción que hiciera el grupo Caramelo de su firma el pasado mes de mayo. Después de estas dos jornadas iniciales reservadas a los miembros de la Asociación de Creadores de Moda de España, y en medio de un creciente debate dentro y fuera de la profesión alrededor de si la moda local debe ser subvencionada o no por los organismos públicos, el tercer día habrá cinco desfiles: Lemoniez, Andrés Sardá, Amaya Arzuaga, Kina Fernández y Locking Shocking.

La jornada de clausura, el jueves, reúne a los llamados nuevos diseñadores, aunque algunos ya hoy no lo sean tanto, con cuatro desfiles dobles, primero, y en el colofón, Antonio Alvarado y David Delfín en presentaciones individuales. Los desfiles dobles reúnen, en este orden, a José Miró y Juana Martín, Carmen March y Jorge Vázquez, Anke Schlöder y Juanjo Oliva, y Carlos Díez e Ion Fiz. Son de ellos nuevas incorporaciones que no estaban en ninguna quiniela de los especialistas la cordobesa Juana Martín (que hace una particular reinterpretación de los trajes folclóricos andaluces, mal llamados trajes de gitana), la mallorquina Carmen March (que evoca la línea primer imperio y reivindica la costura de detalles artesanos) y la alemana radicada en España desde 1995 Anke Schlöder, caracterizada por su voluntariedad plástica.

Sigue estando presente en algunos creadores la inspiración del cine, como el caso del tándem Ailanto, compuesto por los hermanos nacidos en Bilbao Aitor e Iñaki Muñoz, que toman dos filmes: El lago azul (EE UU, 1980) y Picnic en Hanging Rock (Australia, 1975) para evocar una época floral.

El bilbaíno Ion Fiz presenta una colección bajo el lema Vetusta now, en alusión a cómo designa Clarín a la ciudad de Oviedo, pero su planteamiento va más lejos: "La soledad es el punto de partida de mi colección. Cada prenda se plantea de un modo diferente, teniendo como hilo conductor el individualismo". Fiz anuncia que sus series tenderán hacia la pieza única con los adornos de raso, la malla metálica y el cristal.

Las actividades colaterales que activan el sector ya han comenzado un poco antes, el pasado día 1, con el desfile de moda latinoamericana en Ifema y la inauguración en la Casa de Vacas del Retiro de la exposición sobre el tejido extraído en Filipinas de la piña, una muestra histórica que termina con interpretaciones actuales de creadores jóvenes españoles (Jorge Vázquez, Juanjo Oliva, José Miró, Rocabert, Ion Fiz y Carlos Díez). Otra muestra que promete se inaugurará, siempre dentro del Plan Madrid vive la Moda, el próximo día 14, en el Mercado Puerta de Toledo, sobre la publicidad de moda desde 1881 a 2005. El desfile de creadores latinoamericanos en Ifema es el primero de un proyecto de la Semana Internacional de la Moda (SIMM) de acercar al mercado español y europeo la moda que se hace en América del Sur, donde hay bastantes sorpresas positivas. Séptimo de Diego y Manuel Brandazza (Argentina), Andrés Lima (Brasil), Olga Piedrahita (Colombia), León Felipe (México) y Carlos Silveira (Uruguay) dejaron claros que son competitivos y que sus productos tienen en cuenta las tendencias globalizadas de hoy, unas corrientes de gusto y formas que en Cibeles veremos desde distintos ángulos. Por una parte, un sector de la moda vuelve con lentitud a lo práctico y lo sobrio, mientras que otro se empeña en la asunción de las exuberancias del llamado barocco-barocco o, traducido paladinamente, no es otra cosa que "la larga fiebre del adorno".

Abundancia de camisas y pantalones, más o menos masculinos; un largo de la falda descendente; una cintura que tímidamente quiere volver a su sitio natural y el trufado de lo deportivo invadiendo la moda en general, ya sea a través de los materiales o del concepto; el color blanco y la reivindicación de los algodones son otra dominante.