Fallece una segunda víctima del brote de legionela de Zaragoza
Sanidad aún desconoce dónde está localizado el foco de la infección
Una mujer de 62 años se convirtió ayer en la segunda víctima mortal del brote de legionela que se detectó en el centro de Zaragoza el 16 de agosto. La mujer se encontraba ingresada en la UCI del hospital Miguel Servet de la capital aragonesa. El sábado pasado murió un hombre de 44 años. Una mujer de 50 y un hombre de 67 continúan en la UCI. Todavía se desconoce dónde está localizada la fuente de la infección.
Desde el pasado 1 de agosto, 21 personas han enfermado de legionela en la provincia de Zaragoza, 19 por el brote del centro y dos fuera de la ciudad. En estos momentos siguen ingresados diez pacientes: dos en la UCI del Servet, cuatro en planta de este centro con evolución favorable, dos en el Royo Villanova de la ciudad y otro en el Hospital Militar de Zaragoza y el décimo es una ciudadana suiza ingresada en un hospital de Lyón (Francia) que estuvo en Zaragoza en las fechas en las que se detectó la infección por la bacteria y en la zona controlada. Otro de los afectados estaba ingresado en un Hospital de Murcia y ya ha recibido el alta.
De momento no se conoce donde están alojadas las cepas de la bacteria causante de la infección y que, según las tres únicas muestras de pacientes de que se disponen, responden a un brote de legionela común. La zona donde se ha detectado el foco está situada en el corazón financiero y comercial de la ciudad, entre el Paseo de la Independencia -Constitución y Parque Miraflores.
Las instalaciones que se investigan (hasta ayer 64) como posibles causantes del brote pertenecen a empresas privadas, bancos, centro comerciales, grandes almacenes, lugares de ocio, restauración y domicilios privados. Ayer permanecían cerradas como medida preventiva 16, aunque han llegado a estar clausuradas más de una veintena, incluso aquéllas que simplemente presentaban problemas burocráticos como falta de documentación que acreditase que habían pasado las inspecciones. Sin embargo, a pesar del exhaustivo peinado de torres y fuentes no se conoce aún cuales son las causantes de la patología hasta que no se crucen con las cepas de los afectados. Además la Ley de Protección de Datos impide hacer públicos los posibles focos que se encuentran en instalaciones que son privadas.
Se investiga también el domicilio de los enfermos, aunque como explicaba ayer por la mañana el neumólogo del Servet, Salvador Bello, "es casi seguro que en alguna de las instalaciones clausuradas encontremos la cepa". Bello era optimista y reiteraba que desde el pasado 24 de agosto "no había ningún caso notificado como inicio de la enfermedad".
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