Al menos 60 muertos al aterrizar de emergencia un avión en Perú

Un avión de la aerolínea estatal peruana Tans, en el que viajaban 93 pasajeros y siete tripulantes, se estrelló ayer en la selva amazónica peruana, según informaron fuentes de la jefatura del aeropuerto de Pucallpa, la localidad más cercana a la zona del siniestro. Los primeros datos señalaban que había habido 60 muertos y una veintena de heridos, según la emisora Radio Programas del Perú (RPP). El presidente peruano, Alejandro Toledo, hablaba de entre 70 y 80 fallecidos.

El avión, un Boeing 737-200 con capacidad para 120 pasajeros, había salido de Lima, debía hacer una escala en Pucallpa, y arribar finalmente a Iquitos. La aeronave, en medio del mal tiempo reinante en la zona, intentó un aterrizaje forzoso sobre la carretera Federico Basadre, en una zona que se sitúa a unos cuatro kilómetros del aeropuerto de Pucallpa. Un portavoz de la compañía confirmó que el accidente se había producido a las 15.06 hora local (21.06 hora peninsular española). En todo momento, el portavoz aseguró que el avión no había caído por ningún desperfecto, sino que había tenido que hacer un aterrizaje de emergencia debido a un temporal.

El avión, según los testimonios de algunos supervivientes, quedó partida en dos. El pasajero William Zea, sobreviviente del desastre, explicó a un reportero de la emisora RPP desplazado al lugar de la catástrofe, que sólo había sufrido una herida en la mano, pero que no tenía "ni idea de cuántos heridos y muertos" había en el interior de la aeronave.

Por su parte, Tomás Ruiz, otro pasajero que salvó la vida, manifestó que los pocos supervivientes que ha visto están inmovilizados, con quemaduras y fracturas. También se presume que viajaban extranjeros en la aeronave, aunque a las dos de esta madrugada esta información no se había confirmado oficialmente.

Mientras tanto, las escenas de dolor se sucedían entre los familiares y allegados de las personas que viajaban en el vuelo de Tans y que aguardaban en los aeropuertos de Pucallpa e Iquitos, ambas ciudades al noreste de Lima. Una fuente de la Fuerza Aérea peruana comentó a una cadena de televisión local que las tareas de rescate apenas había comenzado y que era muy difícil dar alguna información cierta a los familiares y amigos de las víctimas. Esta misma cadena también afirmaba que el número de muertos ascendía a 60.

El presidente peruano, Alejandro Toledo, prometió todo el apoyo a los familiares de las víctimas del accidente aéreo y cuando se le preguntó por el número de fallecidos, éste anunció que estaría entre 70 y 80, aunque añadió que no tenía datos exactos.

En enero de 2003, un Fokker F-28 de la misma compañía, Tans Perú, se estrelló contra el cerro Coloque, situado a 3.500 kilómetros de altura en una zona selvática. Los grupos de rescate tardaron tres días en hallar el aparato y comprobar que las 46 personas que iban a bordo había muerto, entre ellas la turista española Isabel Pérez García, gijonesa de 30 años, que recorría el país en compañía de su novio, de origen peruano.

El mes de agosto ha sido un periodo negro para la aviación comercial. A principios de mes, un avión de la compañía Air France realizó un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Toronto. Las 309 personas a bordo salieron ilesas. El 7 de agosto, 16 personas murieron tras el amerizaje de emergencia de un avión ATR-42 de la compañía tunecina Turinter frente a la costa de Palermo (Sicilia). Los servicios de socorro lograron rescatar a 23 pasajeros con vida.

El 15 de agosto, una avión de la compañía chipriota Helios se estrelló cerca de Atenas. Murieron 121 personas. Dos días después, otro aparato de la colombiana West Caribbean se estrelló en Venezuela con 160 personas a bordo.