CiU lanzará una campaña para defender el concierto económico

Convergència i Unió (CiU) lanzará una campaña divulgativa sobre el concierto económico a finales de agosto o principios de septiembre; es decir, casi en las mismas fechas en las que se hará público el dictamen del Consejo Consultivo sobre las posibles inconstitucionalidades del proyecto de reforma del Estatut. Aunque la iniciativa se presume como una medida de presión sobre los socialistas, el portavoz de los nacionalistas en el Parlament, Felip Puig, aseguró que su objetivo es "generar debate" alrededor del nuevo sistema de financiación que tiene que amparar el nuevo texto, según opinó ayer en Prada de Conflent (Francia), que acoge la Universitat Catalana d'Estiu.

Basándose en los datos económicos del ejercicio 2004, la campaña de los nacionalistas comparará el déficit fiscal que resulta aplicando cada sistema de financiación. El déficit que se alcanzaría con la propuesta del Gobierno, de acuerdo con las estimaciones de los convergentes, sería del 6% frente al 4,7% que se obtendría aplicando las disposiciones del Estatuto de Autonomía vigente, el de 1979. En cambio, Convergència asegura que con el concierto económico de CiU el déficit descendería hasta el 4%.

El portavoz nacionalista replicó a las palabras del consejero de Comercio de la Generalitat, el republicano Josep Huguet, que el jueves instó a CiU y al Partit dels Socialistes (PSC) a modificar sus posiciones sobre el Estatut. Puig dijo que es Esquerra Republicana (ERC) la que debe alejarse del modelo de financiación propuesto por el tripartito y abrazar el concierto propuesto por CiU.Con estos datos en la mano, Felip Puig explicó los aspectos "irrenunciables" para los convergentes con vistas a alcanzar un acuerdo acerca de la reforma del Estatuto, sobre todo con los socialistas. "Es esencial que el modelo de financiación sea independiente de la LOFCA; si no, estamos perdidos", aseguró. El dirigente nacionalista también citó como requisitos innegociables que la futura agencia tributaria catalana sea independiente de la estatal y que se garantice una relación de bilateralidad entre la Generalitat y el Estado.

En opinión del diputado convergente Francesc Homs, que trabajó en la ponencia parlamentaria del Estatut, la propuesta de financiación del Gobierno carece de "eficacia jurídica" porque, a su parecer, "sigue ligada" a la Ley Orgánica de Financiación de Comunidades Autónomas (LOFCA) y que, en consecuencia, "hace retroceder" a Cataluña.

Puig también consideró ayer que durante el mes de agosto no se producirá ninguna reunión entre el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, y el jefe de la oposición, Artur Mas, para desbloquear el proceso de reforma del nuevo Estatut. "Reclamamos al presidente que rompa el secuestro al que le somete el PSOE y defienda a Cataluña", expuso, acusando de "inmovilismo" a Maragall y su entorno. Puig también recordó que si ERC no defiende el concierto "traicionará su coherencia y contribuirá a perpetuar el expolio fiscal de Cataluña".

El portavoz de CiU se refirió también a los polémicos derechos históricos. A juicio de Puig, el PSC debe "sumarse al consenso" alcanzado entre CiU y Esquerra en esta materia, ya que ambos defienden su invocación en el articulado como vía para blindar las competencias de la Generalitat. Puig advirtió además de que la federación no piensa "cambiar cromos"; es decir, que no renunciará a la presencia de los derechos históricos a cambio de que el PSC asuma sus propuestas sobre financiación, como ha pedido el líder de Unió, Josep Antoni Duran.

En las filas socialistas, su secretario de organización, José Zaragoza, insistió, como ha hecho estos últimos días, en que existe un "frente común" entre la oposición -CiU y PP- para frenar el Estatut y "conseguir un adelanto electoral". CiU "no quiere el Estatut porque Artur Mas piensa que el fracaso de la reforma lo beneficiará electoralmente", reiteró.