El Gobierno prohíbe desde hoy tirar a la basura los aparatos eléctricos

El Gobierno vasco prohíbe desde hoy, tras la entrada en vigor de un Real Decreto que transpone una directiva de la UE, abandonar en la basura aparatos eléctricos y electrónicos, que deberán ser depositados en uno de los 40 garbigunes con que cuenta Euskadi o devueltos a la tienda donde fueron comprados. Los fabricantes de los aparatos tienen que asumir los gastos de su reciclaje, cuya gestión en la comunidad vasca incumbe a la empresa Indumetal, que en 2004 trató 1.600 toneladas de estos residuos.

El decreto sobre aparatos eléctricos y electrónicos y la gestión de sus residuos entra hoy en vigor en todo el país y pretende impedir el abandono salvaje de estas máquinas. En virtud del principio "quien contamina paga", atribuye a los fabricantes de los aparatos los costes de su recogida y su tratamiento. Prevé también que los consumidores entreguen sus equipos, "al menos sin coste", a los centros puestos en marcha por los municipios, las tiendas donde los compraron o a los comercios donde cambien su equipamiento por otro más moderno.

Euskadi ya cuenta con un sistema de depósito con una red de 40 garbigunes que permitió recoger 4.300 toneladas en 2004 -incluyendo los electrodomésticos de cocina o línea blanca-. Ello equivale a 2,10 kilos por habitante, una media todavía lejos de los cuatro kilos exigidos por la directiva de la UE que el decreto transpone. Con todo, Euskadi es la comunidad autónoma que más se acerca a este objetivo, que se debe alcanzar antes de 2007.

1.600 toneladas al año

La empresa Indumetal Recycling es la única en Euskadi que recicla los aparatos electrónicos, pero no cuenta con una planta para los grandes equipos blancos (neveras, lavadoras,...) En 2004, trató 1.600 toneladas de residuos eléctricos, un 19% más que el año anterior, según los datos de la sociedad. De ellas, dos tercios provienen de Vizcaya.

El director de Indumetal, Esteban Marijuan, no espera "un incremento de ruptura" a partir de ahora, ya que su empresa y la consejería de Medio Ambiente ya llevan diez años de campañas de recogida y sensibilización ciudadana.

Cuando los aparatos llegan a la planta, son desmontados.Las piezas, una vez separadas por materiales según su composición y grado de peligrosidad, son destinadas a un tratamiento industrial específico para cada tipo. Luego son reenviadas a las fábricas que tratan las materias primas, para ser fundidas y reincorporadas en nuevos productos. Los productos peligrosos siguen un circuito específico.

Los móviles y las unidades centrales de los ordenadores llevan componentes con valor de mercado, con lo cual la empresa puede sacar un provecho por su reciclaje. En el resto de los casos, Indumetal cobra por cada operación de reciclaje. En total, la empresa factura al año unos 20 millones de euros.