La patología continúa extendiéndose

La gripe aviar, que de momento afecta cinco provincias, no ha podido ser frenada todavía en Rusia y hay temores de que ya se haya extendido a las regiones del sur de la parte europea del país. Oficialmente, el virus se ha detectado en Altaí, Kurgán, Novosibirsk, Omsk y Tiumén, territorios todos que se encuentran en Asia, al este de los Urales. La situación en Altái se complicó ayer al detectarse un nuevo brote, esta vez en un criaderos de pollos con incubadoras del distrito Mamóntovo, donde se registraron 667 muertes por gripe aviar. De momento no hay ningún caso de infección humana.

Desde el 21 de julio, han muerto ya 6.200 aves en Rusia y no se ha logrado localizar los focos de infección. Aunque las autoridades están tomando una serie de medidas para frenar la propagación del virus, el jefe del Servicio Federal de Defensa de los Derechos de los Consumidores, Guennadi Oníshchenko, reconoce que todavía están lejos de lograrlo. Algunas regiones rusas ya han prohibido los pollos provenientes de las provincias con casos. La principal preocupación en Rusia no es la prohibición de la UE de importir aves, porque el país apenas las exporta, sino la posibilidad de que la gripe aviar sea transmitida a las personas. Oníshchenko sostiene que al menos en tres provincias siberianas -Altái, Novosibirsk y Omsk- existe el peligro real de infección humana, ya que esas regiones se encuentran en un periodo considerado aún peligroso. El vicejefe del Servicio Federal de Control Veterinario y Fitosanitario,Yevgueni Nepolónov, teme que las aves migratorias hayan llevado ya el virus al sur de la parte europea de Rusia.