Leche Río aumenta su caudal

Leche Río ha ocupado en los últimos años un lugar secundario en el sector lácteo. Con la compra de Leyma a Ebro Puleva y, sobre todo con una política de crecimiento interno, la firma lucense puja por un sitio entre los grandes de sector.

La compañía tiene una facturación de unos 120 millones de euros, de los que 15 corresponden a las exportaciones

El grupo ha construido dos nuevas plantas que han supuesto una inversión de casi 20 millones de euros

El presidente y propietario del grupo, Jesús Lence, ha señalado tras esta operación que en el próximo año no tiene previsto llevar a cabo ninguna nueva adquisición en el sector y que su principal objetivo en este momento es consolidar la última compra en la estructura del grupo. Sin embargo, en medios del sector no se descarta la posibilidad de que se pudiera intentar, al menos, la constitución de un gran grupo lácteo gallego en base a la estructura de Río, junto con otras firmas como la cooperativa Feiraco, aunque cada día que pasa son mayores los recelos ante esta posibilidad. En todo caso, la luz verde para ese proyecto debería contar con los apoyos del nuevo Gobierno regional.

Leche Río tiene una facturación de unos 120 millones de euros, de los que 15 corresponden a las exportaciones. El grupo opera fundamentalmente con la venta de leche líquida con las marcas Cremosita, Río y Solan, con un volumen superior a los 300 millones de litros, lo que les supone una cuota de mercado superior al 4%. Las marcas blancas o de la distribución también tienen un peso muy importante en su actividad, aunque la marca Río supone ya más de la mitad de sus ventas. Con la compra de Leyma, aumenta esa capacidad teórica en unos 80 millones de litros.

Precios bajos

Leche Río se ha caracterizado por ser uno de los grupos con uno de los precios de oferta más bajos del mercado, especialmente bajo las marcas Cremosita y Solan. A pesar de ello, el grupo arroja anualmente beneficios y, sobre todo, ha acometido en los últimos años unas de las mayores inversiones de un grupo lácteo de su tamaño, con la construcción de dos nuevas plantas que han supuesto una inversión de casi 20 millones de euros, lo que en medios del sector se conoce como el "milagro de Río". En la empresa, los resultados se achacan a una buena gestión, corta estructura y reducción de costes.

Galicia produce aproximadamente una tercera parte de toda la leche española. Desde esa situación, la construcción de un gran grupo lácteo de capital gallego que dominara tanto la recogida como la posteriormente todo el mercado nacional, ha constituido un viejo objetivo, impulsado por el propio Parlamento y la Administración regional en 1992, pero que no ha tenido continuidad en los años siguientes. Desde esa fecha han sido varios los intentos frustrados para la construcción de un grupo lácteo de capital gallego.

Con Leyma como eje central de la operación, en 1995 se llevó a cabo la compra de Lactaria Española, Ram. Sin embargo, lo que iba para grupo líder, acabó con un endeudamiento del grupo. Lejos de convertirse en la empresa líder, el nuevo grupo Leyma acabó en 1999 en manos de la empresa Puleva por 15 millones de euros.