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La presencia de medusas se ha disparado este verano

La Cruz Roja ha atendido este verano a 8.337 bañistas por picaduras

La presencia de medusas en las playas del litoral catalán se ha disparado este verano. En lo que va de temporada, la Cruz Roja ha atendido a 8.337 bañistas por picaduras, una cifra que se aproxima al total del año pasado, cuando se atendió a 8.941. La causa de la elevada presencia de estos animales son las altas temperaturas del agua debido al calor de junio y julio, y a la sequía, entre otros motivos.

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Este año, los bancos de medusas en las playas catalanas han sido constantes ya desde el mes de mayo. Si el año pasado la Cruz Roja atendió a seis personas por picaduras durante ese mes, este año se llegó a 127. En junio también se dispararon las cifras: de las 771 de 2004 se pasó a 2.079. Y julio no hace más que confirmar ese incremento: las 6.334 víctimas de picaduras de las últimas cuatro semanas dejan cortas las 3.453 del año pasado en el mismo mes.

La temperatura del agua es uno de los principales motivos de la excepcional proliferación de estos animales marinos, pero no es el único. El número de agosto de la revista Nat explica que en el Mediterráneo las medusas viven en grupo normalmente a una distancia de entre 10 y 40 millas de la costa. En primavera, los vientos de Levante las arrastran hacia la costa.

Pero la elevadísima presencia de los últimos años, argumentan los especialistas, se debe también a la sequía, porque la insuficiente aportación de agua dulce de los ríos al mar facilita el acercamiento de los animales marinos a las zonas de concentración de bañistas.

Además los expertos alertan en el artículo de que habitualmente los ciclos de elevada presencia se producían aproximadamente cada 10 años, pero desde la década de 1980 los ciclos son mucho más cortos. Por ello culpan también a fenómenos más generales que afectan al Mediterráneo y que tienen que ver con los problemas que sufre este ecosistema, como la disminución de los depredadores naturales de estos seres viscosos. Unos depredadores entre los que se cuentan tortugas marinas, algunos tipos de moluscos y grandes peces como el atún.

Por si fuera poco, explica el artículo de Nat, las medusas suplen la merma de peces que provoca la sobrepesca y, además, se comen sus larvas, con lo que impiden la regeneración de determinadas especies. Así que, más allá de las molestias que las medusas causan a los bañistas, el resultado de su exagerada presencia es la pérdida de biodiversidad en los mares.

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