La familia de McCartney pide que se juzguen los delitos pendientes
La familia del camionero norirlandes Robert McCartney, asesinado por el IRA el pasado enero, pidió ayer el procesamiento de los miembros de la organización terrorista con delitos pendientes. "El anuncio de ayer es un gesto positivo, pero el IRA no clarifica su posición respecto a aquellos [militantes] que están implicados en actos delictivos", afirmó Catherine, una de las hermanas de la víctima. "Éstos deben ser llevados ante la justicia".
El asesinato de McCartney, simpatizante del Sinn Fein de 33 años, y la campaña internacional de su compañera y sus cinco hermanas para aclarar el crimen supusieron uno de los golpes más letales para la imagen del IRA, que pasó a ser visto como una banda más mafiosa que política.
La actitud del IRA ante el asesinato de McCartney, tras una discusión en un bar, fue turbia de principio a fin. La organización se ofreció a "ejecutar" a los responsables. La familia rechazó tajantemente la oferta e inició una campaña internacional para llevar a los culpables a la justicia. La influyente comunidad de origen irlandés en EE UU dio una cálida acogida a las seis mujeres, que fueron recibidas por el presidente, George W. Bush. Este año, la Casa Blanca no invitó a Gerry Adams, líder del Sinn Fein, a la recepción de la fiesta nacional irlandesa en Washington.
Las McCartney siguen con su campaña, pese a que la compañera del fallecido y la única hermana que sigue viviendo en el bastión católico de Short Strand, en el este de Belfast, se plantean irse del barrio, por las amenazas que reciben.
Antes del asesinato, el robo de un banco atribuido al IRA reforzó su perfil mafioso. La comisión británico-irlandesa que supervisa el proceso de paz involucra a la organización en tráfico ilegal de gasolina y tabaco, secuestros y lavado de dinero.
