Greenpeace y Agró temen que la central de Cofrentes se convierta en "cementerio nuclear"

Las asociaciones ecologistas Acció Ecologista-Agró y Greenpeace aseguraron ayer que la central nuclear de Cofrentes (Valencia) tiene "muchas papeletas" para convertirse en un almacen de residuos radioactivos. Los ecologistas recordaron que los residuos nucleares de Vandellós II almacenados en Francia volverán en 2010. El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) insistió, por el contrario, en que aún no ha "estudiado las diferentes opciones que se puedan presentar". Los ecologistas denunciaron de nuevo la "falta de seguridad" en Cofrentes, una crítica que rechaza la central.

"La central de Cofrentes tiene muchas posibilidades de ser el almacén de residuos radioactivos de España". Así lo aseguró ayer el portavoz de la Comisión de Energía de Acció Ecologista-Agró, José Juan Sanchis, que en rueda de prensa mostró su "temor" a que los nuevos emplazamientos para los residuos radiactivos de la central nuclear de Vandellós II (Tarragona), que actualmente están en Francia, sean a partir de 2010 la central de Cofrentes.

La razón que esgrimió Sanchis fue que la central de la Comunidad Valenciana es la que tiene mayor cantidad de residuos, y por tanto "costará menos trabajo traerlos de otros sitios aquí". El portavoz en temas nucleares de Agró aseguró que "supone un gran peligro que camiones llenos de residuos nucleares pasen por las carreteras valencianas". El portavoz en materia de energía de Greenpeace, Carlos Bravo, acusó a la Empresa Nacional de Residuos (Enresa) de intentar "agilizar" los procesos que traerán los residuos radioactivos a España, fijados como máximo en el 2010, fecha en la que vence el contrato con Francia.

Según fuentes del CSN, una vez finalizado el plazo, los residuos nucleares "deberán" pasar a un Almacén Temporal Centralizador (ATC) en España, pero negaron que haya una decisión al respecto, ya que "aún no se han estudiado las opciones para el emplazamiento final".

Respecto a la avería descubierta el pasado 24 de junio en la central de Cofrentes, entonces parada para recargar combustible, los ecologistas se manifestaron "muy preocupados" porque a su juicio revela una "falta de seguridad". La central detectó un goteo en ocho tubos del sistema de control del reactor nuclear y ha decidido sustituir éstos y otros 52 más de la zona afectada. "Se debería cambiar todo el sistema de control del reactor, y no sólo los sesenta tubos que quiere sustituir la dirección de la central", aseguró Sanchis. Del mismo modo, exigieron a la dirección de la central y al CSN un análisis "exhaustivo de las causas de la avería".

Por su parte, Cofrentes, que rechaza las críticas a la seguridad, reiteró que la reparación "sigue según lo previsto", y que tras la carga de combustible que se realizará la semana que viene, la central volverá a funcionar "los primeros días de agosto".