Un nuevo revés para la Unión Europea

La Comisión Europea, así como los expertos de Bruselas, coinciden en señalar que la sentencia alemana no cuestiona la euroorden en sí misma, pero tampoco niegan que supone un serio revés para Europa. De hecho, urgieron ayer a Alemania a cambiar su ley cuanto antes. La sentencia alemana es otro tropiezo en medio de la crisis que atraviesa la UE tras el rechazo franco-holandés a la Constitución europea en un asunto crucial. Se considera que la euroorden es una pieza clave de la lucha contra el crimen organizado, entre ellos el terrorismo, y sin lugar a dudas el germen de la justicia sin fronteras en la Unión.

La orden europea de detención y entrega, que es como se llama exactamente la euroorden, ha terminado en Europa con los largos procedimientos de extradición que a veces se prolongaban durante años y en ocasiones se bloqueaban en el ámbito político. Se basa en el principio del reconocimiento mutuo de las decisiones judiciales, de manera que sin intervención política el juez de un país puede poner de forma inmediata (tres meses como máximo) a disposición del juez de otro país a un perseguido por la justicia.

Fue la UE el organismo que impulsó la orden de detención y entrega tras los atentados del 11-S en Estados Unidos con la activa colaboración española. Los primeros países en adoptarla fueron Dinamarca (noviembre de 2002) y España (marzo de 2003). El año pasado se sumaron todos los demás, incluidos los nuevos socios, e Italia completó el círculo en abril. Desde entonces, la euroorden está en vigor en los Veinticinco. La UE confía en la senda de este acuerdo para mejorar su lucha antiterrorista. Ahora se prepara el mandato rogatorio europeo para que también los jueces puedan obtener fácilmente pruebas incriminatorias en otro país de la Unión bajo el mismo principio de reconocimiento mutuo de sistemas y decisiones judiciales.

Una vez conocida la sentencia de ayer, los expertos de la Comisión Europea aseguraron que la euroorden no está en peligro, ya que el Constitucional no la ha puesto en entredicho. "Es la ley alemana la que debe cambiar, adaptándose a la euroorden y también a los principios constitucionales alemanes", explicaron.

Como primerísima consecuencia, la euroorden está en vigor desde ayer sólo en 24 países de la Unión. Alemania deberá recurrir a la vieja herramienta de la extradición mientras resuelva este asunto. Desde mayo del año pasado, Berlín ha utilizado la euroorden en más de un centenar de ocasiones y siempre de forma ejemplar, destacó ayer un experto de la Comisión Europea.