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Entrevista:RICARDO MARÍN | Catedrático de Didáctica de la Expresión Plástica | LA REFORMA EDUCATIVA

"Los 'picassos' no aparecen de forma espontánea"

Catedrático de Didáctica de la Expresión Plástica en la Universidad de Granada, e implicado a fondo en la formación de los futuros profesores de esta asignatura y en los cambios que proyecta el ministerio, Ricardo Marín asegura que la situación que plantea la Ley Orgánica de Educación en torno a la Plástica es "dramática". "Con tan escaso número de horas de Educación Plástica y Visual no se puede garantizar una cultura visual media a la sociedad española. Además, se puede dar el caso de que un alumno de 12 o 13 años no vuelva a estudiar Plástica en su vida".

Pregunta. Más allá de saber pintar, los profesores de Plástica subrayan que lo importante es que, a través de esta asignatura, se enseña a mirar a los alumnos.

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Asignaturas en la cuerda floja

Respuesta. Efectivamente, se sigue teniendo una concepción errónea de lo que supone la formación en el ámbito de la plástica. Y en el fondo, en la medida en que todos los ciudadanos son consumidores habituales de imágenes, de lo que se trata es de dar un salto cualitativo de consumidor pasivo a espectador inteligente y crítico e, incluso, a creador. Sin embargo, es difícil cambiar las concepciones sociales que se tienen sobre esta materia, que no es jugar con plastilina.

P. ¿Qué enseñan exactamente los profesores de Plástica?

R. Tanto en primaria como en ESO, el objetivo es que los alumnos sepan construir imágenes para convertirse en espectadores inteligentes a través de diferentes medios: lápices, cámaras de fotos, de vídeo... Se sigue creyendo que la educación plástica es observar Las meninas o hacer un ejercicio de collage, y no es así.

P. Y los alumnos, ¿son capaces de comprender la importancia de la materia?

R. Empiezan a verla. Actualmente, con las nuevas tecnologías, todo el mundo se ha convertido en productor de imágenes. Muchos móviles tienen ya cámara incorporada y los chavales se dan cuenta de que las imágenes que envían, aunque les gustaría, no son tan perfectas como las que aparecen en el cine porque no saben hacerlo. A pesar de los grandes rótulos como Educación para la Ciudadanía, no nos damos cuenta de que la configuración de nuestra identidad visual y cultural pasa fundamentalmente por cómo aprendemos a mirarnos a nosotros mismos y a los otros. Y esto los alumnos lo aprenden a través del cine, de la televisión o la publicidad.

P. Ustedes afirman que a los políticos les cuesta entender la importancia que supone impartir esta asignatura en los institutos.

R. No entienden el carácter instrumental que proporcionan los lenguajes visuales. En España se mantiene una concepción romántica de que las artes tienen que ver más con el talento que con un proceso educativo. Y se presupone que en este país sobran talentos, que van a aparecer espontáneamente picassos y almodóvares sin necesidad de preocuparse de crear una infraestructura que garantice tener un nivel cultural en el dominio de las artes visuales similar a otros países europeos.

P. Pero en España, sin embargo, cada vez se abren más museos.

R. En este país se juega con dos raseros. Por una parte están los grandes proyectos de instituciones museísticas. Y, por otra, se desatiende la formación básica artística de los ciudadanos en la enseñanza obligatoria.

P. Aseguran que peligra en un futuro la asistencia del público a las pinacotecas. ¿Es para tanto?

R. La dimensión social de este problema es brutal. Las capas sociales privilegiadas son las que acuden a exposiciones, mientras que las capas más bajas no acuden nunca. Si la escuela no propicia esa equiparación, se agudizará más todavía esa injusticia. Porque si no has ido de pequeño o de adolescente a un museo, de adulto no entrarás jamás. Ni siquiera sabrás que existen.

Ricardo Marín.
Ricardo Marín.SOLE MIRANDA

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