Las cámaras de Sabadell y Terrassa alertan del estancamiento industrial del Vallès

Los empresarios del Vallès Occidental consideran que el panorama industrial no es nada alentador. Al menos, esto se desprende de una encuesta realizada por las cámaras de comercio de Sabadell y Terrassa y el Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat) a 700 empresarios de la comarca. El 59,6% de los entrevistados opinan que la industria pasa por una fase de estancamiento. La culpa la tienen, a juicio de los empresarios, la competencia que viene de China y de los países del Este, la debilidad de la demanda, la falta de mano de obra cualificada, el aumento de los costes, la deslocalización y la falta de infraestructuras.

Los que más notan la competencia de los productos procedentes del gigante asiático -"con unos precios feroces", según el jefe de estudios de la Cámara de Comercio de Sabadell, Josep Milà- son los empresarios del textil y del metal. Además, añade Milà, "la materia prima escasea, los chinos la compran en grandes cantidades sin importarles el precio y agotan el mercado". Por otro lado, precisa, "los empresarios de aquí tienen costes que los países asiáticos no tienen en temas medioambientales o de seguridad en el trabajo". Todo ello, unido a que el consumo no pasa por su mejor momento, que "el margen que queda a las familias con las hipotecas es escaso" y que la falta de infraestructuras "ha supuesto un importante incremento del parque de vehículos, sobre todo pesados, y la red de carreteras en el Vallès es prácticamente la misma de 20 años atrás", hace que las perspectivas de crecimiento del Vallès Occidental no sean optimistas.

Además, la comarca ha vivido en el último año y medio un constante goteo de fugas de empresas hacia países como Chequia o Eslovaquia. La de Samsung, en enero de 2004, fue la primera en saltar a las páginas de los periódicos. Pero el fenómeno de la deslocalización ha afectado a otras empresas como la textil Autotex, que se fue a Chequia; Iar Ibérica, que dejó sin carga productiva la planta de Montcada, y Celestica, que también trasladará su producción de Cerdanyola a Chequia.