Los antibióticos no son siempre el mejor tratamiento de las bronquitis
El uso de antibióticos para tratar infecciones víricas de las vías respiratorias superiores, como un catarro o una gripe, carece de eficacia y está absolutamente desaconsejado. Sin embargo, hay un debate abierto sobre la conveniencia de tratar las infecciones no complicadas del tracto respiratorio inferior (bronquios y sus ramificaciones), como las bronquitis. Un estudio británico señala ahora que, en este tipo de infecciones, el tratamiento con antibióticos no parece ser demasiado beneficioso en comparación con la no utilización de antibióticos. El estudio ha sido publicado en el último Journal of the American Medical Association (JAMA).
La infección aguda del tracto respiratorio inferior es la enfermedad más común tratada en atención primaria, según información aportada en el artículo. La prescripción excesiva de antibióticos se da principalmente en faringitis y bronquitis agudas (en EE UU, por ejemplo, suponen el 55% de las prescripciones). Y por eso hay en muchos países un consenso para limitar el uso de antibióticos.
Sin embargo, también existe la preocupación ante posibles complicaciones si no se recetan antibióticos, y se debate qué características clínicas identifican a los pacientes de mayor riesgo.
El estudio, realizado por el grupo de Paul Little, de la Universidad de Southampton, en Highfield (Reino Unido), evaluó en 807 pacientes diversas estrategias de tratamiento de la infección respiratoria: prescripción inmediata de antibióticos, prescripción retardada y ausencia de medicamentos. Y su conclusión fue que las tres estrategias no presentaron diferencias notables.
Tres medidas aceptables
"Los pacientes de atención primaria que presentaron una infección aguda no complicada del tracto respiratorio inferior, el uso retardado de antibióticos o no utilizarlos resultó aceptable, con escasas diferencias en la duración o gravedad de los síntomas con respecto al tratamiento inmediato con antibióticos, y redujo de forma considerable el consumo de antibióticos y la confianza en ellos", escriben los autores.
Los hallazgos del estudio "indican que adoptar estas estrategias ayudaría a limitar el círculo vicioso de la medicación de enfermedades autolimitadas cuando se recetan antibióticos. Es probable que la prescripción inmediata de los mismos limite el número de pacientes que vuelven a toser al mes siguiente, pero sólo con una probabilidad ligeramente más alta que con la prescripción retardada", sostienen los autores. Y añaden: "El desafío ahora es que los médicos e investigadores determinen qué grupos sufren un riesgo de resultados adversos e identificar a aquellos que podrían beneficiarse selectivamente de una prescripción inmediata de antibióticos".
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