Una zona de yacimientos históricos y naturaleza

Toda la zona de tierras del entorno de los ríos Jarama y Manzanares posee un interesante valor ecológico, paleontológico y arqueológico. Fue propiedad del Arzobispado de Toledo hasta la Desamortización de Mendizábal. En 1661 la finca tuvo su primer aprovechamiento con un horno de arcilla que abastecía al Palacio Real de Madrid.

Lo cierto es que sería muy incómodo vivir en este entorno o construir zonas residenciales. Cada tres minutos, aviones que salen o aterrizan en Barajas, las sobrevuelan con notable coreografía de estruendos. Todos los alrededores están tomados por parques empresariales, por la Compañía Logística de Hidrocarburos, por lo que no acuden demasiados pájaros a este oasis. Los pocos que se atreven a merodear por allí están aniquilando a los autóctonos. Y además, son aves infiltradas, por ejemplo, la cotorra, que llegó a estos pagos de forma clandestina y contra natura.

Empresa de tecnología

Una de las adjudicatarias de los citados huertos de ocio, desde hace seis o siete años, es Carmen de Haro, que se cuida del huerto con un amigo, Antonio Espadas. Ambos son colegas en una importante empresa de tecnología.

Son hortelanos peculiares que te pueden dar cumplida información, entre otras cosas, de los macroconciertos musicales celebrados en España en los últimos 15 años. Ambos rondan la cuarentena, pero están lejos aún del medio siglo.

Antonio es el encargado de que el huerto esté siempre frondoso y produciendo. Lo consigue a base de muchas horas cavando, algunas veces con la ayuda de diversos amigos encandilados especulativamente con la vida bucólica. Antonio está convencido de que Iggy Pop y Fray Luis de León son perfectamente compatibles.

Todo depende ahora de las ideas que la Comunidad tenga al respecto.