El Ejército de Israel desaloja a colonos que se niegan a dejar Gaza
El Gobierno de Sharon aprueba un plan para reasentar a 5.000 judíos en la costa israelí
A 50 días vista de la evacuación israelí de la franja de Gaza, el Gobierno de Ariel Sharon aprobó ayer un acuerdo con los colonos que serán evacuados de Gush Katif, al sur de Gaza, y reasentados en la zona costera de Nitzanim, al sur Israel. El Ejército israelí demolió también ayer 11 edificios en el asentamiento judío de Shiraz Yam, en Gaza, tras un enfrentamiento con un grupo de colonos que se saldó con 20 heridos y cinco detenidos.
Horas antes, Sharon conseguía la mayoría en su gabinete para aprobar el Plan Nitzanim. Según éste, si hay más de 5.000 colonos de Gush Katif que aceptan irse a esa zona, serán reconocidos como municipio independiente además de salir beneficiados económicamente en la compra de las tierras. El acuerdo tuvo la abstención del primer ministro adjunto, Simón Peres, y el voto en contra de otros dos ministros laboristas, Ofir Pines y Shalom Simjón. Éste lamentó que "los colonos podrán comprar un terreno de 1.000 metros por solo 80.000 dólares mientras que el coste habitual es de 400.000 dólares". Sharon alegó: "Hay que hacer un esfuerzo para ayudar a estas personas que desalojamos. En situaciones especiales hay que tener soluciones especiales".
Situación especial pero, sobre todo, tensa. Muy tensa. Cada día que pasa aumenta la oposición de los colonos que multiplican sus protestas. Por ejemplo, ayer durante la demolición de los 11 edificios en el asentamiento de Shiraz Yam, decenas de colonos se enfrentaron a las tropas israelíes desafiando con sus cuerpos los tractores. Incluso un soldado se alzó contra sus compañeros al grito de "judío no destierra a un judío", alineándose de esta forma con los cerca de 200 colonos que protestaban. El soldado fue detenido y exclamó: "El Ejército no fue creado para desterrar a sus ciudadanos. No es justo". Su oficial ordenó que sea juzgado por un tribunal militar.
En la cúpula castrense, explicaron ayer: [las demoliciones] "Tienen por objetivo facilitar nuestra labor en la evacuación de las colonias. No permitiremos que los radicales sigan con sus provocaciones. Hemos evitado que esas casas abandonadas se conviertan en un nuevo Maoz Yam", en alusión al hotel en la playa del sur de Gaza, donde continúan unos 200 extremistas desafiando las órdenes de la policía.
Los abogados de los extremistas argumentan que han llegado a un acuerdo con los oficiales del Ejército y la policía, según el cual, no serán desalojados al menos hasta que se evacuen todas las colonias de Gaza y a cambio los radicales perseguidos por la policía se presentarán voluntariamente en la comisaría. Un acuerdo desmentido con rotundidad por las autoridades militares.
Por otra parte, los funerales de los dos jóvenes colonos asesinados por un comando palestino el pasado viernes se convirtieron ayer en dos manifestaciones, masivas y llenas de ira, contra el plan de evacuación. Muchos de los asistentes en el cementerio del Monte de los Olivos de Jerusalén iban vestidos con camisetas naranjas, el color de protesta de los colonos. La marcha fúnebre pasó, no por casualidad, por la oficina del primer ministro en Jerusalén, que fue escenario de gritos de censura contra Sharon, cada día más criticado e incluso odiado por los colonos. Los mismos que hace unos años habían sido sus "niños mimados" hoy en día son su principal pesadilla.
El Estado Mayor del Ejército, consciente del riesgo que conlleva evacuar a más de 8.000 colonos, decidió prohibir el acceso de israelíes a Ganim y Kadim, dos colonias que serán desalojadas en el norte de Cisjordania. Los responsables militares aplicarán esta medida gradualmente a otras zonas en la franja de Gaza, para evitar la peregrinación en masa de colonos y simpatizantes de la derecha.
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