Llamas en el tubo de ensayo
El laboratorio del fuego certifica que los materiales de construcción se adaptan a las normas de seguridad europeas
¿Cómo reacciona la escayola en caso de incendio? ¿Y una viga? ¿Qué calor es capaz de soportar? Los institutos tecnológicos de la construcción (Aidico) y la madera (Aidima) estrenaron ayer un centro que persigue responder a tales preguntas, un laboratorio para ensayar el comportamiento de diversos materiales cuando se desatan las llamas y, sobre todo, una entidad que permita acreditar que los productos utilizados en la construcción de viviendas o muebles cumplen todos los requisitos que exige la Unión Europea a través de normas que regulan la seguridad contra incendios.
Eloy Durá, presidente de Aidico y representante patronal del sector de la construcción, explicó que el laboratorio está a disposición de todos los sectores productivos de la Comunidad Valenciana y destacó que "el esfuerzo" para levantar la nave de 11 metros de altura e instalar los tres grandes hornos que alberga era "indispensable" porque muchos fabricantes valencianos han perdido hasta un año de tiempo para arrancar la certificación necesaria para comercializar sus productos en los laboratorios de Toledo o Barcelona que han sido acreditados por la Comisión Europea.
Francisco Camps, presidente de la Generalitat, inauguró oficialmente el centro que se ha levantado con tres millones de euros aportados por el Ministerio de Educación, la Consejería de Empresa y el Impiva, el instituto de la pequeña y mediana empresa valenciana. La CAM ha contribuido a la financiación del centro, como resaltó Eloy Durá, que también expresó su agradecimiento al Ministerio de Industria.
Camps aprovechó la ocasión para "manifestar nuestra apuesta por la investigación al servicio de la productividad y competitividad de los sectores económicos de la Comunidad Valenciana" y "trabajar en favor de la investigación para la excelencia y la calidad para ser más competitivos".
El centro pretende servir a todas las empresas que deben someter sus productos a los reglamentos europeos relativos al fuego adaptados en España por un Real Decreto de marzo pasado. Tales normas establecen métodos de ensayo y evaluación del comportamiento de los productos y elementos constructivos en caso de incendio.
Los gestores del centro esperan anticiparse a las novedades legislativas que incorporará el próximo código técnico de la edificación que tiene previsto aprobar el Ministerio de Vivienda.
El laboratorio del fuego se divide en dos áreas de trabajo.Una analiza la resistencia a las llamas. La segunda, la reacción de los materiales en caso de incendio.
Los tres hornos que analizan la resistencia de los materiales están diseñados para cocinar paredes, falsos techos, suelos, cubiertas, vigas, pilares y puertas. Las instalaciones permiten estimar el tiempo que necesitan las llamas para debilitar una pared al punto de que ya no cumpla su función.
Un segundo sector del centro se destinará a analizar cómo contribuyen al inicio, desarrollo y propagación de un incendio diversos materiales, desde revestimientos de suelos a pinturas o elementos auxiliares para conducciones eléctricas, por ejemplo.
El objetivo de los gestores del centro es tanto garantizar la calidad de los materiales que se utilizan para la construcción como estudiar la toxicidad de las emanaciones de gases que generan en caso de incendio.
El centro se levanta en el Parque Tecnológico de Paterna, junto a la sede principal de Aidico. No está previsto, pero no se descarta que los artistas falleros acudan al laboratorio del fuego para obtener información, aunque la lean al revés que la Unión Europea.
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