El PSOE considera irreversible el cambio en Galicia y prepara ya su coalición con el BNG
"Los socialistas ganamos las elecciones gallegas el 19 de junio y las volveremos a ganar el día 27; las ganaremos dos veces". Éste es el pronóstico de la dirección nacional del PSOE en Madrid, en voz de su secretario de organización, José Blanco, ante el compás de espera de una semana que se ha abierto para el escrutinio del voto de la emigración. El resultado se les antoja "irreversible" a los socialistas, para quienes "hay una mayoría social clara que abre las puertas a la alternancia democrática en la Xunta y a un Gobierno presidido por Emilio Pérez Touriño. Aun así, en Santiago, Touriño se quedó ayer algunos pasos más atrás en el proceso. Dijo que, "por respeto a los ciudadanos", no entrará en conversaciones con el BNG hasta que los resultados sean oficiales.
Rajoy afirma que el PP "aún está en elecciones" y no descarta que el voto emigrante dé a Fraga la mayoría absoluta
Blanco da por seguro que el recuento de los votos del exterior confirmará el escaño de los socialistas en Pontevedra
Dirigentes populares del sector rural gallego se atribuyen el extraordinario rendimiento electoral de sus feudos
El problema es que el PP también se da por ganador y pide esperar una semana para saber si Manuel Fraga mantendrá o no la mayoría absoluta. Ahora le falta un escaño.
Mariano Rajoy, el presidente nacional de los populares, destacó ayer que, a falta del voto emigrante, la candidatura de Fraga ha obtenido el 44,9% de los votos, "a 12,5 puntos de los socialistas", que obtienen el 32,5%. Además, resaltó que su partido ha ganado en el 87% de los municipios y en seis de las siete grandes ciudades. Rajoy puso el foco en que sólo en A Coruña el PSdeG ha sido el más votado, en lugar de mirar la caída del voto popular en las ciudades.
Sobre la posibilidad de lograr con el voto de la emigración la mayoría absoluta, Rajoy afirmó: "Aún estamos en elecciones", y añadió que ni Blanco ni él pueden saber, a día de hoy, si el escaño que se disputa en Pontevedra acabará en manos de los socialistas o de los populares. Eso sí, negó rotundamente que haya la más mínima posibilidad de que el PP pueda perder un escaño en Ourense debido al voto de los emigrantes.
La estadística
El PSOE argumenta que "estadísticamente", teniendo en cuenta el voto emigrante de otros comicios, resulta "muy improbable" que el resultado se mueva. El porqué de esta casi seguridad absoluta de los socialistas fue analizado ante el secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero, en la reunión de la ejecutiva federal. Se trata de Pontevedra y de si el voto de los emigrantes inscritos en esa provincia hará o no que el PP suba de 37 a 38 escaños y, entonces, las cosas vuelvan a ser igual que en los últimos años, es decir, que gobierne el PP. Para que Fraga revalidara su triunfo tendría que partir de 8.166 votos más que el PSdeG, que es el número de votos adicionales que habría necesitado el PP para que el escaño 11 de Pontevedra hubiera sido suyo en detrimento del octavo de los socialistas. A esa diferencia hay que sumarle 1,375 votos del PP por cada voto socialista.
"Misión imposible", apostilló Blanco. El mismo diagnóstico que hizo Zapatero en la reunión de la ejecutiva: el resultado es ya "irreversible". El comportamiento de los ciudadanos de la emigración en las elecciones al Parlamento Europeo de 2004 les sirve a los socialistas para confiar en que las cosas no cambiarán. En junio pasado, el PSOE obtuvo en Pontevedra 10.757 votos, y el PP, 8.399.
El PSOE sí reconoce, oficiosamente, que sus expectativas han quedado sensiblemente mermadas ya que daba por seguro que el PP no iba a obtener en A Coruña el escaño número once. Pero por encima de esto, Blanco recordó que él pronosticó "una pulsión de cambio" en Galicia y que así ha sido. "Los votos a favor del cambio suman un 54%": los del PSdeG, el BNG y "los pocos" de IU, resaltó el secretario de organización. Y añadió: "Nuestro objetivo era gobernar y lo vamos a conseguir".
Los socialistas confían en formar un Gobierno "sólido y estable" con el BNG. En la dirección del PSOE se tiene una impresión muy favorable del líder del Bloque, Anxo Quintana. Se aprecia "la moderación" que ha mostrado durante la campaña. Desde ayer, formalmente, Emilio Pérez Touriño tiene las manos libres para intentar ese "Gobierno del cambio".
Rajoy mantiene una interpretación radicalmente opuesta de lo que han votado los gallegos. Según él, la caída del voto del BNG demuestra que los gallegos "no quieren gobiernos a la catalana" en los que se reclame, por ejemplo, que "Galicia es una nación". Además, el PP subraya que el PSdeG ha obtenido un resultado muy inferior "al que presumía Blanco". Por eso, los populares afirman que la probable coalición del PSdeG y el BNG será "una coalición de perdedores, muy inestable y contraria a los intereses de Galicia".
Rajoy reunió al Comité Ejecutivo Nacional del PP para analizar los resultados. Recibió una catarata de intervenciones elogiosas por un resultado que para el PP ha sido mejor del previsto y concluyó que él se siente "muy respaldado por su partido". Por eso, reiteró que intentará revalidar su liderazgo en el congreso del PP de 2007, para presentarse como candidato a las elecciones generales de 2008.
"Culpa mía"
El líder del PP fue preguntado por el hecho de que la probable pérdida de la Xunta se producirá por la merma de dos escaños en Pontevedra. "Es evidente que eso es culpa mía. No puede haber otra razón", respondió tajante. Sobre el hombre fuerte de esa provincia, José Cuiña, reiteró que "es un diputado como todos los demás, a excepción de Fraga, que es el presidente de todos ellos".
Mientras, en Santiago el PP gallego seguía proclamando oficialmente que tiene "serias posibilidades" de recuperar la mayoría absoluta, pero, en privado, significados dirigentes admitían que la hipótesis más probable es que tengan que abandonar el Gobierno. Fraga se ha mostrado en público como el más optimista ante el recuento de los votos. Pero a algunas personas que han hablado con él desde la noche electoral les ha transmitido la impresión de que también él se ha hecho a la idea de que está a punto de perder el cargo.
A la espera de ese recuento, no se han producido desavenencias públicas en el PP gallego. Pero algunos dirigentes del sector rural, enfrentado a Rajoy, empezaron ayer a difundir un mensaje: si el PP no se ha hundido fue gracias al extraordinario rendimiento electoral en los feudos que ellos controlan frente al importante retroceso en las ciudades, donde dominan el partido los seguidores del presidente nacional. En caso de que se confirmase la pérdida de la mayoría absoluta, los adversarios de Rajoy esgrimirán con más fuerza ese argumento para situarse en la mejor posición a la espera de que Fraga decida si está dispuesto a hacer cambios inmediatos en el partido.
Con información de Anabel Díez, Pilar Marcos y Xosé Hermida.
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